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jueves, 15 de abril de 2021

El pueblo noruego donde está prohibido morirse

 

Se trata de Longyearbyen y hay que emigrar antes de fallecer, ya que los cuerpos no se descomponen por culpa del frío


No es una broma. En Longyearbyen, la capital del archipiélago noruego de Svalbard, el lugar habitado más al norte del planeta, nadie puede morirse.

En el año 2020, se cumplieron 70 de la aproximación de una ley que prohíbe irse al otro barrio en su territorio y obliga a emigrar justo antes de fallecer. Existe una causa bien fundada para que esta ley esté en vigor desde 1950 y no se prevea ningún cambio. Resulta que el suelo helado del lugar, donde se pueden alcanzar los 46 grados bajo cero, lo conserva todo, incluidas las bacterias, tal y como confirmaron en 1998 unos científicos que exhumaron los cadáveres de varios marineros y encontraron en ellos virus de una epidemia mortal de gripe que arrasó esta localidad en 1918.

En el caso de que a un habitante se le diagnostique una enfermedad terminal o se tema por su vida, éste  debe ser llevado al continente. La ley incluso recomienda que las embarazadas se trasladen al sur, a lugares más cálidos de Noruega, para dar a luz.

Longyearbyen no es el único lugar del planeta donde morirse está prohibido. En Falciano del Massico (Italia), mientras no se construya un nuevo cementerio, sus 4.000 habitantes deben mantenerse vivitos y coleando tal y como manda una ordenanza municipal: "Se prohíbe a los residentes morir y/o cruzar el límite de la vida en la tierra para ir al más allá", reza el texto. Y en Japón, en Miyajima, no solo no puedes expirar en paz, sino que, desde 1868, también está prohibido nacer. ¿La causa? Se trata de una isla sagrada.


miércoles, 30 de enero de 2013

Los peligros del 'tupper'


Las bacterias y el desprendimiento de aditivos del plástico, principales enemigos de estos populares envases 

 Llevarse la comida al trabajo en un 'tupper' es una costumbre cada vez más extendida pero no exenta de riesgos ya que, según ha comentado el profesor de la Universidad en Internet (UNIR) y experto en nutrición, Javier Tejedor, uno de los mayores "enemigos" de las comidas que se llevan en la tartera son las bacterias y los aditivos que se desprenden del plástico. 

 Y es que, aunque comer de 'tupper' puede ser "tan saludable" como hacerlo en casa, según Tejedor, hay que cumplir unos requisitos, a veces difíciles, como la refrigeración y el calentado en cristal. En este sentido, el experto ha avisado de que el transporte y su exposición a diversas temperaturas son los peligros más comunes a los que se expone la comida. 

 "Hay alimentos que se pueden contaminar si no tienen refrigeración. Por ello, se recomienda elevar la temperatura del calentado al 70 por ciento. De hecho, solemos calentar a 40 grados, por lo que habría que calentar los alimentos dos veces a la misma temperatura. Sólo así evitaremos las bacterias como la salmonelosis o 'E coli' que produce problemas gastrointestinales y diarrea", ha recalcado. 

 Sin embargo, el calentar a alta temperatura tampoco soluciona el problema ya que existen riesgos añadidos como el desprendimiento de aditivos en el plástico. En este sentido, Tejedor ha informado de que los plásticos de uso alimentario están indicados en la parte posterior con el dibujo de un envase junto a un tenedor. 

 Dicho esto, el experto ha recomendado utilizar aquellos con el icono que garantiza que es un material "apto" para entrar en contacto con alimentos; conservar la comida en la nevera y recalentarla a más de 70 grados con el fin de garantizar las mejores condiciones higiénicas; y procurar llevar platos compuestos, que contengan hidratos de carbono, proteínas y lípidos en las cantidades adecuadas, así como salsas y caldos ya que favorecen un calentado homogéneo en el microondas. 

 Por último, el especialista ha aconsejado evitar los rebozados y los filetes a la plancha, al igual que llevar vegetales como ensaladas de lechuga y tomate, ya que pierden sus propiedades y su textura.