La policía confirma la asistencia de cerca de 4.000 personas al cumpleaños de una joven que olvidó marcar como privado el evento en la red social. El Ayuntamiento de Haren impuso la ley seca para tratar de evitar daños.
Merthe, una adolescente holandesa que quería celebrar este viernes a lo grande su 16 cumpleaños, se ha pillado los dedos en Facebook. Olvidó mencionar que la fiesta nocturna sería privada, y la invitación remitida a través de la red social ha llegado a 25.000 personas. El Ayuntamiento de su pueblo, Haren, al norte del país, declaró el estado de alerta. La policía confirmó la asistencia de cerca de 4.000 de personas. La situación desbordó las previsiones y los jóvenes lanzaron petardos y botellas a los agentes en un ambiente muy tenso. También han tumbado farolas y arrancado señales de tráfico, además de pisotear jardines y dañar coches.
Haren tiene solo 18.000 habitantes y ha prohibido beber alcohol por la calle para evitar cristales rotos y peleas. Las tiendas cerraron temprano y fueron quitadas las placas con el nombre de las vías adyacentes a la casa de la chica. Su calle fue cerrada sin éxito, porque los jóvenes apartaron las vallas e invadieron la zona. Las fuerzas antidisburbios cargaron varias veces contra el gentío y se registraron detenciones. A medianoche, con la supuesta fiesta ya terminada, todavía quedaban jóvenes por las calles a los que la policía trataba de llevar hasta trenes y autobuses para que se marcharan del pueblo.
En 2010, un error similar le costó caro a la familia de Tessa, una chica alemana de Hamburgo. También invitó a sus amigos a través de Facebook y contestaron 14.000 personas. Al final, llegaron a su casa unas 1.500 y hubo seis arrestos. En el caso de la holandesa Merthe, los desconocidos dispuestos a desplazarse a Haren colgaron en YouTube una veintena de videos con montajes de fiestas similares. En todos se convoca al usuario para que acuda al pueblo, incluso facilitando el mapa del lugar. También se han fabricado camisetas con el lema Project X, en recuerdo del filme estadounidense del mismo título que recrea un evento así. (Con un presupuesto de 12 millones de dólares, recaudó 100 millones en taquilla).
“La chica no quería provocar esta respuesta, ni tampoco sus padres, que han desconvocado la fiesta y ya no están en su casa. Es una de esas cosas que se vuelven en contra cuando se usan mal las redes sociales”, ha dicho Rob Bats, alcalde de la ciudad. En Groningen, la ciudad a cuyo término municipal pertenece Haren, lo han tomado de otro modo. Sus bares y clubes tenían previsto abrir hasta más tarde para acoger a los falsos invitados por si la fiesta original no acababa de funcionar. De todos modos, el ambiente fue malo toda la jornada y el Ayuntamiento evauló los daños y calificó a los forasteros de "juerguistas especializados en broncas".