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jueves, 15 de noviembre de 2012

Ernesto Cardenal


El poeta nicaragüense vive días de agasajos, homenajes y ediciones especiales de su obra. Se publica un disco-libro, una antología de la obra de este sacerdote y la versión ilustrada de 'El celular y otros poemas' 

 Ernesto Cardenal (Granada, Nicaragua, 1925), poeta, escultor, polémico, sacerdote enfrentado al Vaticano, revolucionario, vade retro capitalismo y fama de gruñón vive estos días en España el homenaje y reconocimientos de una estrella del rock. Cardenal, látigo de lo que supuso el imperio español en América, recoge hoy jueves en el Palacio Real de Madrid, de manos de doña Sofía, el premio de poesía dotado con 42.100 euros que lleva el nombre de la reina y se concede desde 1992. El año pasado la premiada fue la cubana Fina García Marruz. 

 Este galardón ha motivado la publicación de la antología Hidrógeno enamorado; también, la salida de un disco-libro con versos convertidos en canciones y la edición ilustrada de su obra El celular y otros poemas, que incluye cuatro inéditos. 

 Hidrógeno enamorado es un libro cuya cubierta muestra un retrato de Cardenal realizado por el pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín y que está editado por la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional, con motivo de la concesión del Reina Sofía. Esta edición recorre la obra de Cardenal con poemas elegidos por él mismo e incluye dos epigramas manuscritos. Uno de ellos dice así: "Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido: / yo porque tú eras lo que yo más amaba / y tú porque yo era el que te amaba más. / Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo: / porque yo podré amar a otras como te amaba a ti / pero a ti no te amarán como te amaba yo". 

 En la introducción de esta antología la profesora vallisoletana María Ángeles Pérez López, de la Universidad de Salamanca, explica que en la obra de Cardenal se halla no solo a un poeta, sino además "al historiador, al antropólogo, al místico, al revolucionario, al científico, al que, en conjunto, aspira a nombrar una verdad colectiva cuya raíz es el amor". En sus versos está también la huella de sus vivencias, "de la lucha por la transformación política en su país, que lo llevó a enfrentarse a la dictadura somocista, a acompañar el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Popular en 1979, a ser ministro de Cultura del Gobierno de Reconstrucción Nacional hasta 1987 y, en la actualidad, a señalar sus fuertes discrepancias con el Gobierno de Daniel Ortega". 

 La profesora Pérez López recoge en su presentación las palabras con las que el autor de Salmos define su propia obra: "Poesía creada con las imágenes del mundo exterior, el mundo que vemos y palpamos". De ese hacer poético, Pérez López destaca su "visión comprometida" y "el rico manejo de diversas tradiciones y diversos niveles de lenguaje", así como la "profunda originalidad" en el tratamiento de sus temas, desde los neutrones a la Revolución Sandinista pasando por la Teología de la Liberación. 

 Otro motivo para la consagración que disfruta estos días Cardenal fue la presentación, el miércoles, de su libro El celular y otros poemas (Del Centro Editores), con ilustraciones de Walter Canevaro. Se trata de una edición con una tirada única de 100 ejemplares numerados y firmados por este ilustrador. También estos días se celebra la reedición de una de sus obras cumbre, Cántico cósmico

 Por último, el martes se vivió el primero de los fastos que ha agasajado al autor de Oráculo sobre Managua (1973): la presentación del disco-libro Dos en uno —impulsado por la Fundación Autor de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y la Universidad Veracruzana de México—, en el que la compositora Inés Fonseca ha puesto música a once poemas que también interpreta. 

 Fonseca empezó a poner notas musicales a los versos de Cardenal en 2009, en una reunión en México de los componentes de la Red Internacional de Escritores por la Tierra. "Lo hice porque era un momento en el que él sufría especialmente el acoso del Gobierno de su país". Ahora, tres años después, ha incluido en el disco-libro composiciones de Canto cósmico. Fonseca, que ya sabe lo que es musicar versos de autores como José Hierro o Miguel Hernández, destaca de la palabra del poeta nicaragüense que es "muy clara, sencilla, directa". "No hay ninguna dificultad para interpretarlo porque no tiene un adjetivo de más, es muy preciso"; Fonseca califica su poética "como una superposición de imágenes con gran sonoridad". 

 El revolucionario de eterna boina negra y pelo y barba blanca ha dedicado, a sus 87 años, el Premio Reina Sofía "a los oprimidos y a los pobres". Y se vuelve para su tierra nicaragüense convencido de que "la revolución mundial es inevitable". Genio y figura.

martes, 18 de octubre de 2011

Se busca amigo


Se busca amigo

No es necesario que sea hombre,
basta que sea humano,
Basta que tenga sentimientos,
basta que tenga corazón.
Se necesita que sepa hablar y callar
sobre todo que sepa escuchar…
Tiene que gustar de la poesía,
de la madrugada, de los pájaros,
del Sol, de la Luna, del canto,
de los vientos y de las canciones de la brisa.
Debe tener amor, un gran amor por alguien,
o sentir entonces,
la falta de no tener ese amor.
Debe amar al prójimo
y respetar el dolor que los peregrinos llevan consigo.
Debe guardar el secreto sin sacrificio
No es necesario que sea de primera mano,
ni es imprescindible que sea de segunda mano.
Puede haber sido engañado,
pues todos los amigos son engañados.
No es necesario que sea puro,
ni que sea totalmente impuro,
pero no debe ser vulgar.
Debe tener un ideal, y miedo de perderlo
y en caso de no ser así,
debe sentir el gran vacío que ésto deja.
Tiene que tener resonancias humanas
su principal objetivo debe ser el del amigo.
Debe sentir pena por las personas tristes
y comprender el inmenso vacío de los solitarios.
Debe gustar de los niños
y sentir lástima por los que no pudieron nacer.
Se busca un amigo para gustar de los mismos gustos,
que se conmueva cuando es tratado de amigo.
Que sepa conversar de cosas simples,
de lloviznas y de grandes lluvias
y de los recuerdos de la infancia.
Se precisa un amigo para no enloquecer
para contar lo que se vio de bello y de triste
durante el día,
de los anhelos y de las realizaciones,
de los sueños y de la realidad.
Debe gustar de las calles desiertas,
de los charcos de agua
y los caminos mojados,
del borde de la calle,
del bosque después de la lluvia,
de acostarse en el pasto.
Se precisa un amigo que diga
que vale la pena vivir,
no porque la vida es bella,
sino porque se tiene un amigo.
Se necesita un amigo para dejar de llorar…
Para no vivir de cara al pasado,
en busca de memorias perdidas…
Que nos palmee los hombros,
sonriendo o llorando,
pero que nos llame amigo,
para tener la conciencia de que aún se vive…

Autor: Vinicius de Moraes -