A todo el mundo gusta sentirlos, pero hay datos relacionadas con él que no son conocidas
Uno cree, o quiere creer, que sobre el sexo ya lo sabe todo, y que escasas cosas le pueden contar nuevas. Pocos temas hay que sean tan idóneos para que los más fantasmas y fanfarrones se jacten de ser los que más disfrutan o más hacen disfrutar. Mostrar sorpresa ante temas de índole sexual pueden ser percibido como inocente o naïf.
Pues bien, con estas curiosidades sobre el momento del clímax sexual que siguen, lo más probable es que os quedéis perplejos. A continuación, diez datos desconocidos sobre el orgasmo que resultan de lo más sorprendentes.
1. Mejoran como el vino
No todo lo que envejecer conlleva podía ser malo. Porque el orgasmo mejora con la edad. Al menos, entre las mujeres. O eso parece. Varios estudios llevados a cabo en los últimos años determinan que las mujeres menores de 30 años consiguieron llegar al orgasmo en su última relación sexual en el 61% de los casos; las chicas en su treintena, aumentaron la tasa de éxito al 65%; y mujeres por encima de los 40 años consiguieron llegar al clímax en el 70% de los casos. Es decir, la facilidad para disfrutar aumenta en las mujeres en casi un 10% a partir de los 40.
2. Se toman más tiempo en llegar en las chicas
Tradicionalmente se ha venido oyendo de más mujeres insatisfechas en sus relaciones sexuales, que de hombres. Bueno, tal vez la respuesta sea tan sencilla como que las mujeres necesitan más tiempo. O que los hombres necesitan menos, mejor dicho. Porque mientras una fémina se puede tomar de media hasta 15 minutos para llegar al éxtasis sexual, al hombre le vale con unos 3 a 5 minutosen promedio. Y cuando ese momento llega, chicos, ¿qué pasa con ella? ¿Que se busque la vida? ¡Hay que ser más generoso, hombre!
3. La menstruación hace más fácil el orgasmo
Esta curiosidad sobre el orgasmo tal vez nos haga empezar a infringir el ´semáforo rojo´. Muchos o muchas rechazan la idea de tener sexo durante el período menstrual de la mujer ya sea por higiene o por pudor; si supieran que es posible que la mujer disfrute más cuando tiene la regla, se lo pensarían dos veces. La explicación es lógica: el clítoris recibirá un mayor riego sanguíneodurante la menstruación, dado que durante estos días llega más sangre a la zona inguinal, lo que lo hará un poquito más grande y sensible. Además, otros sexólogos indican que la menstruación mejora la lubricación de la vagina y mejora la excitación de la mujer al generar una mayor sensación de saciedad en las áreas pélvicas y abdominal. ¡Todo ventajas!
4. Mejoran el humor y quitan el dolor
El cerebro, cuando siente un orgasmo, segrega una sustancia llamada oxitocina y libera endorfinas. La oxitocina una hormona que procura la relajación, mientras que las endorfinas son un analgésico natural. Además de liberarnos del dolor de cabeza o muscular, un orgasmo nos hará tener mejor humor e incluso solucionar el insomnio. También viene bien para adquirir autoestima y confianza.
5. Los genes están relacionados con el orgasmo
En efecto, dependiendo de la herencia genética, una persona puede llegar al clímax con más facilidad que otra. De hecho, hay hombres y mujeres que por culpa de sus genes son incapaces de alcanzar el orgasmo. El porcentaje es mayor en ellas. Un estudio demostró que el 15% de las mujeres sufre esta condición, por tan solo un 2% de los hombres.
6. Se puede experimentar un orgasmo durante el parto
Un pequeño porcentaje de mujeres –alrededor del 3%- experimenta placer sexual durante el parto, llegando incluso al placer máximo. A este tipo de placer sexual se le llama orgasmo obstrético y un 0,3% de los partos pueden venir acompañados de él. Aunque generalmente el parto está asociado al dolor, hay mujeres que se sorprenden sintiéndose estimuladas por la dilatación, las contracciones y la salida del niño del cuerpo al dar a luz. Los estudios que han ahondado en el tema han llegado a la conclusión de que cuando esto sucede, el parto es menos doloroso y sufre menos complicaciones.
7. Se puede llegar a él por otras vías además del sexo
Un 10% de las mujeres pueden alcanzar el orgasmo haciendo ejercicio, lo que es conocido como´coregasmo´ por el origen inglés de la palabra. En un experimento de la Universidad de Indiana en relación a este tipo de estimulación, los investigadores analizaron qué ejercicios eran con los que más se llegaba al orgasmo. Los resultados harán que las ventas en las tiendas de deporte aumenten exponencialmente: los abdominales provocaron excitación sexual en el 51% de los casos; ellevantamiento de pesas, en el 26,5 %; el yoga en un 20%, el ciclismo en el 15,8 %, correr en el 13,2 % y por último caminar en el 9,6 %. ¿Es asombroso o no? ¡Todos al gimnasio, venga!
8. Los orgasmos no genitales
Relacionado con lo anterior. Una gran parte del orgasmo no es solo vaginal o fálico, sino que se puede estimular de otras maneras, e incluso buena parte del mismo ocurre únicamente en el cerebro. Un 10% de las mujeres puede alcanzar el orgasmo solo con la estimulación de los pezones. Cuando una persona sufre una lesión espinal y pierde la sensibilidad en el área genital, otras zonas del cuerpo más sensibles pueden ejercitarse para obtener placer sexual. Sí, como el hombre paralítico de la divertida película ´Intocable´, que disfrutaba cuando se le acariciaban los lóbulos de las orejas. Otras zonas eróticas que se han documentado han sido las cejas, las rodillas o los pies.
9. El récord mundial del orgasmo
Una de récords guiness. El orgasmo más largo del que hay registro es el que vivió una mujer a la que le duró 43 segundos, con 25 contracciones. Para tener una idea de lo que esto significa, un orgasmo normal en una mujer puede durar desde 3 a 20 o 25 segundos cuando la cosa ha ido bien. En los hombres, un orgasmo dura de 3 a 8 segundos.
Por otra parte, el récord de orgasmos experimentados en una hora está en 134 para una mujer, y 16 para un hombre.
10. Se puede tener uno en estado de muerte cerebral
Pues eso parece. Aunque el cerebro esté en estado vegetativo, la espina dorsal sigue estando viva, despierta. Y lo mismo que se conoce el síndrome de Lázaro, por el cual una persona en estado de muerte cerebral puede, espontáneamente, cruzar los brazos o mover las piernas, también puede experimentar movimientos musculares -discretos- que lleven a la estimulación genital y le acabe propiciando un orgasmo y la eyaculación.