martes, 31 de enero de 2012
El día en que el FBI resucitó el p2p
Los usuarios vuelven al primigenio intercambio ‘par a par’ como alternativa a Megaupload, que era utilizada por la cuarta parte de los internautas españoles
El FBI ha cerrado Megaupload, el mayor almacén de contenido audiovisual que haya existido nunca. Apenas una semana después, su legión de adictos aún no se ha recuperado del golpe. Y es que el sitio, además de un negocio colosal para sus propietarios, era el suministrador líder de series y películas para 150 millones de usuarios en el mundo y cerca de siete millones en España. Su oferta era casi infinita, empequeñeciendo la de cualquier gran cadena física tipo Fnac o El Corte Inglés, y, más aún, a los portales de descargas legales. Con un par de clics se conseguía la serie o la película del momento, con mayor o menor rapidez y calidad, dependiendo de si se elegía la opción de pago (premium) o la gratuita.
Probablemente, a los usuarios el debate en torno a la legalidad de esta web por la infracción reiterada de los derechos de autor de que le acusan las autoridades les preocupe mucho menos que averiguar cómo tapar el hueco de ese hábito de consumo. Desde luego, y pese a algunas informaciones sin base estadística alguna, nada hace pensar que los adictos a Megaupload vayan a acudir en masa al cine o a consumir obsesivamente televisión.
Y, aunque la demanda de los videoclubs y de los portales legales de visionado online (streaming) como Filmin, Wuaki.tv, Cineclic, Voddler o Youzee ha crecido tras el cierre según sus responsables, su oferta es aún un grano de arena en comparación con la de Megaupload. Tan solo una plataforma como la estadounidense Netflix podría hacerle sombra, pero su desembarco en España se ha complicado por las reticencias de la industria audiovisual.
Competir con la gratuidad o los reducidos precios de la versión premium de Megaupload es todo un reto para la oferta legal: descargas ilimitadas por 60 euros al año o para toda la vida por 200 euros. Así que los usuarios han vuelto a escarbar en sus PC en busca de una alternativa gratuita que había caído en desuso pero que está en el origen de las descargas: el par a par o p2p. A diferencia de los servicios de hosting como Megaupload, en los programas de intercambio p2p los archivos están alojados en los ordenadores personales de millones de usuarios que, de forma desinteresada, los comparten con otros millones de internautas anónimos. Emule (red eDonkey) abrió la brecha del intercambio masivo de contenidos audiovisuales aunque su generalización vino de la mano del protocolo BitTorrent.
El streaming y las descargas directas han motivado un declive imparable del p2p. El dominio de Megaupload y sus homólogos es hasta ahora absoluto. Según datos de Comscore, solo Megaupload.com, uno de los varios dominios del portal, tenía en España 5,77 millones de visitantes únicos (diciembre 2011); Fileserve acumulaba 3,77 millones y Rapidshare 1,36 millones. Es decir, que uno de cada cuatro internautas hacía uso de estos programas.
El abismo abierto con el p2p se hace más patente aún si atendemos a la audiencia de los portales de enlaces que guían hacia los contenidos. Así, los que se nutren de Megaupload y sus afines arrasan frente a los del p2p. SeriesYonkis y PeliculasYonkis acumulan 5,81 millones de visitantes, y CineTube, 3,53 millones. Muy lejos se sitúan EliteTorrent (312.000 visitantes únicos) o TorrentSpain (74.000), que están entre los más conocidos de enlaces BitTorrent.
Esa situación puede estar a punto de cambiar. A la espera de datos aún fiables de audiencia, los primeros signos apuntan a una resurrección del p2p, cuyo tráfico de paquetes en Europa ha alcanzado el 15% del total (Inoque).
Los inconvenientes del p2p frente a la descarga directa son varios: hay que abrir el ordenador al resto de usuarios, con el consiguiente problema de seguridad, se expone a virus y archivos falsos (fakes) y la descarga es más lenta. Con todo, el pero más acuciante es asegurarse un repertorio pirata amplio. Megaupload lo tenía más fácil gracias a su sistema de recompensas. Pagaban a los clientes que subían las películas y series que más se descargaban. De esta forma, los uploaders competían por subir contenido pirata a sus servidores. Y Megaupload tenía cada vez más clientes dispuestos a pagar su abono por ese nutrido catálogo. Al no satisfacer derechos a las productoras, los costes eran mínimos y el negocio redondo, a juzgar por los bienes incautados a Kim Schmitz, su fundador y por los ingresos del portal, estimados en 150 millones de dólares.
En el p2p esa componente de negocio no existe, por lo que el contenido depende de la voluntad solidaria de sus usuarios: cuantos más archivos compartan desde sus ordenadores encendidos, más obra disponible hay. Basta desempolvar el mítico eMule para comprobar la penuria actual de su catálogo. De hecho, el uso de las aplicaciones que gestionan las descargas también está en declive. Ares (BitTorrent) cayó un 6,8% en el último año, y eMule, un 36,2%. La situación puede dar un vuelco si los usuarios vuelven a estos programas y les inyectan contenidos.
La pregunta que se hacen muchos es si pueden correr la misma suerte legal que Megaupload. Paloma Llaneza, abogada experta en Internet, lo aclara: “No es más difícil que perseguir las descargas directas, ya que se puede rastrear a los usuarios por la IP. La cuestión es que compartir con un amigo una copia de una película cuyo DVD has comprado podría entrar en una interpretación extensa del derecho de copia privada. Compartir una copia pirata con una pluralidad de pares es una infracción civil, pero no penal ya que, en principio, no hay ánimo de lucro. En España las operadoras saben qué usuarios tienen más tráfico y estarían en condiciones de aplicar una ley a la francesa. Por ahora, la ley Sinde no contempla esa opción”.
sábado, 28 de enero de 2012
El pueblo de las hermanas Brontë se desnuda para salvar su tumba
Los parroquianos de la iglesia donde están enterradas logran recaudar 76.000 euros. Han editado un calendario para atraer fondos
El decrépito tejado de la iglesia de Haworth (Inglaterra) gotea sobre la tumba de las hermanas Brontë. Hace frío porque no hay calefacción, las paredes están descascarilladas y en las renegridas pinturas del altar se distinguen vagamente las figuras de santos y vírgenes. Al entrar en esta iglesia del siglo XV se escucha música clásica pero no hay nadie tocando el órgano, que está protegido con plásticos para aislarlo del agua que se cuela por las grietas. Un hilo musical lo sustituirá hasta que llegue el escurridizo dinero para adecentar el mausoleo de las Brontë. Aquí están enterradas Charlotte, Emily y su padre, que fue párroco de esta iglesia entre 1820 y 1861. El sepulcro de Anne, la pequeña de las ilustres escritoras, está en Scarborough, al norte de este condado de Yorkshire.
Es viernes 20 de diciembre y esta parroquia vive un día crucial. Hoy les han comunicado que, por fin, obtendrán la financiación para remendar el tejado y proteger la tumba de las Brontë, su memoria y el turismo, la principal fuente de ingresos para el pueblo. Aún así el mausoleo de las escritoras sigue pendiente del hilo de la incertidumbre.
Para la pequeña comunidad de Haworth el culto internacional a la figura de las tres novelistas se traduce, en términos prácticos, en la llegada un autobús diario de turistas que dejan su dinero en el pueblo, un lugar verde y montañoso situado en uno de los puntos más altos de Inglaterra. Vienen a ver el lugar en que crecieron Charlotte, Emily y Anne, y cuyos bucólicos paisajes inspiraron obras maestras como Cumbres borrascosas o Jane Eyre (de Charlotte Brontë).
El organismo público English Heritage se comprometió a donar 120.000 euros para la primera parte del trabajo si la iglesia conseguía recaudar 75.000 euros. El plazo acababa el viernes 20, después de ser prorrogado en un par de ocasiones. "En las últimas horas hemos conseguido el último céntimo del dinero que necesitábamos, hemos conocido que English Heritage nos dará su donación pero también nos han dicho que la obra nos costará 50.000 libras más, una auténtica patada en la boca" explica Peter Mayo - Smith, el párroco anglicano de Haworth. El dinero ha tardado tanto en llegar que el precio de la obra se ha elevado. "English Heritage nos ha dado permiso para comenzar la obra de la parte sur del tejado en primavera pero es nuestra responsabilidad lograr la diferencia con el precio actual y, teniendo en cuenta que hemos tardado más de un año en recolectar 75.000 euros, no las tenemos todas con nosotros. Sin embargo, tengo esperanza y transmito a la comunidad, que tanto ha ayudado. Esto es como una carrera de triatlón. Ya hemos superado la prueba de la natación pero nos quedan el ciclismo y la carrera a pie para dar por concluida la obra".
Hace más de un año la comunidad de Haworth dio a conocer un proyecto de 1,50 millones de euros. La primera fase, por la que luchan hoy, se centrará en restaurar la parte sur del tejado. Es la que más urge porque cubre la tumba de las hermanas, el órgano y la llamada Capilla Brontë donde se conservan los objetos que utilizaba el padre de las novelistas en sus homilías. En la segunda fase se quiere reformar la parte norte del tejado y en la última, restaurar las pinturas y el órgano, poner calefacción, baños, y hacer la iglesia accesible a los minusválidos.
Patrick Brontë no se podía imaginar que, 150 años y 12 párrocos más tarde un hombre con una existencia paralela a la suya lucharía con tal ahínco para conservar el legado de su familia. Peter Mayo Smith también tiene tres hijas y su aniversario de boda coincide con el día en que Patrick Brontë se casó con su mujer, María. "Cuando lo descubrí me pareció una coincidencia estremecedora", comenta.
Este cura, que lee la misa desde su Ipod, ha aceptado de buen grado que los paisanos se hicieran fotos desnudos para imprimir un calendario para recaudar fondos y salvar la iglesia. Confiesa que no describiría a esta comunidad como religiosa. "Aunque muchos no asisten a misa, quieren tener la figura de la iglesia cerca, les parece importante para la comunidad y desean que esté ahí para bodas y bautizos". En el calendario, que se vende también dentro de la propia iglesia, el cartero aparece ataviado sólo con la saca con la que reparte la correspondencia, el alcalde dentro del pilón y la responsable de la oficina de información turística se tapa sólo con un mapa del pequeño pueblo.
Así han recaudado ya unos 2.400 euros pero cada pequeña aportación ayuda. Las escritoras victorianas siguen de moda pero conseguir el dinero para conservar su memoria ha sido una ardua tarea. El mes pasado se vendió en una subasta un manuscrito de Charlotte escrito a los 14 años por más de 800.000 euros y recientemente se acaban de hacer dos nuevas versiones cinematográficas de Cumbres Borrascosas y Jane Eyre.
Otro vecino ha organizado clases de repostería para aportar su granito de arena a la causa e incluso han llegado sobres con aportaciones desde América. "Algunos amantes de la literatura nos han mandado sobres con aportaciones de 12, 60 y hasta 120 euros".
"Por ahora ya tenemos fecha para bendecir la parte sur del techo. El día 7 de octubre daremos una misa para celebrar que hemos terminado la primera parte de este triatlón". Para ese día las gotas habrán dejado de caer sobre el sepulcro de las Brontë pero Haworth seguirá con su particular lucha por la memoria de las hermanas.
En China, los costes humanos están incorporados en un iPad
Las fábricas chinas que trabajan para Apple imponen condiciones cercanas a la esclavitud
El pasado mayo, la explosión despedazó el Edificio A5 una noche de viernes, una erupción de fuego y ruido que retorció las tuberías de metal como si fuesen pajitas desechadas.
Cuando los empleados de la cafetería salieron a toda prisa al exterior, vieron humo negro que emanaba de las ventanas hechas añicos. Provenía de la zona en la que los obreros pulían a diario miles de carcasas de iPad.
Dos personas murieron en el acto y más de una docena resultaron heridas. Mientras estas últimas eran conducidas apresuradamente a las ambulancias, una en particular llamaba la atención. Sus rasgos habían quedado desfigurados por la explosión, borrados por el calor y la violencia hasta que una esterilla roja y negra sustituyó su boca y su nariz.
“¿Es usted el padre de Lai Xiaodong?”, preguntó alguien cuando sonó el teléfono en el que había sido el hogar de Lai desde la infancia. Seis meses antes, el joven de 22 años se había trasladado a Chengdu, en el sudoeste de China, para convertirse en uno de los millones de engranajes humanos que abastecen el sistema de fabricación más grande, rápido y sofisticado de la Tierra. Ese sistema ha hecho posible que Apple y centenares de empresas más fabriquen dispositivos casi con tanta rapidez como podemos soñarlos.
“Está en apuros”, dijo el interlocutor al padre de Lai. “Vaya al hospital en cuanto pueda”.
En la última década, Apple se ha convertido en una de las empresas más poderosas, ricas y prósperas del planeta, en parte gracias a su dominio de la fabricación internacional. Apple y sus homólogas en el campo de la alta tecnología – así como docenas de sectores estadounidenses más - han alcanzado un ritmo de innovación que prácticamente no tiene parangón en la historia moderna.
No obstante, el personal que monta los iPhone, los iPad y otros aparatos a menudo trabaja en condiciones muy duras, según los empleados de esas plantas, defensores del trabajador y documentos publicados por las propias empresas. Los problemas van desde unos entornos laborales insoportables hasta problemas de seguridad graves y en ocasiones mortales.
Los empleados hacen demasiadas horas extra, a veces siete días a la semana, y viven en residencias abarrotadas. Algunos aseguran que permanecen tanto tiempo de pie que se les hinchan las piernas y apenas pueden caminar. Trabajadores menores de edad han ayudado a fabricar productos de Apple, y los proveedores de la empresa se han deshecho indebidamente de residuos peligrosos y archivos falsificados, según informes de grupos activistas que, dentro de China, son considerados observadores fiables e independientes.
De acuerdo con estos grupos, lo más inquietante es que algunos proveedores hacen caso omiso de la salud de los trabajadores. Hace dos años, 137 empleados de un proveedor de Apple en el este de China resultaron heridos después de que les ordenaran utilizar un producto químico venenoso para limpiar las pantallas de los iPhone. El año pasado, en cuestión de siete meses, dos explosiones que se produjeron en fábricas de iPad, incluida la de Chengdu, acabaron con la vida de cuatro personas e hirieron a 77. Antes de las explosiones, Apple había sido alertada de las peligrosas condiciones que imperaban dentro de la fábrica de Chengdu, según un grupo chino que publicó esa advertencia.
“Si Apple recibió el aviso y no actuó, es reprensible”, afirma Nicholas Ashford, ex presidente del Comité Asesor Nacional sobre Seguridad y Salud Laboral, un grupo que asesora al Departamento de Trabajo de Estados Unidos. “Pero lo que resulta moralmente repugnante en un país son prácticas empresariales aceptadas en otro, y las empresas se aprovechan de eso”, añade.
Apple no es la única empresa de productos electrónicos que hace negocio dentro de un sistema de suministro problemático. Se han documentado pésimas condiciones laborales en fábricas que suministran productos a Dell, Hewlett-Packard, I.B.M., Lenovo, Motorola, Nokia, Sony, Toshiba y otros.
Es más, directivos antiguos y actuales de Apple aseguran que, en los últimos años, la empresa ha hecho grandes progresos en la mejora de las fábricas. Apple cuenta con un código de conducta para los proveedores que detalla criterios sobre cuestiones laborales, medidas de seguridad y otros aspectos. La empresa ha organizado una enérgica campaña de auditorías, y cuando se descubren abusos, se exigen correcciones, según Apple.
Y los informes anuales de responsabilidad de los proveedores que Apple confecciona son en muchos casos los primeros en notificar abusos. Este mes, por primera vez, la compañía hizo pública una lista que identifica a muchos de sus suministradores.
Pero persisten algunos problemas importantes. Más de la mitad de los proveedores auditados por Apple han incumplido al menos un aspecto del código de conducta cada año desde 2007, según los informes de la empresa, y en algunos casos han infringido la ley. Aunque muchas infracciones guardan relación con las condiciones de trabajo y no con peligros para la seguridad, continúan detectándose patrones preocupantes.
“A Apple nunca le ha preocupado otra cosa que aumentar la calidad de los productos y reducir los costes de fabricación”, afirma Li Mingqi, que hasta abril trabajaba en la directiva de Foxconn Technology, uno de los socios de fabricación más importantes de Apple. Li, que denunciará a Foxconn por su despido, ayudaba a dirigir la fábrica de Chengdu en la que se produjo la explosión. “El bienestar de los trabajadores no tiene nada que ver con sus intereses”, afirma.
Algunos ex directivos de Apple señalan que existe una tensión no resuelta dentro de la empresa: los altos cargos quieren mejorar las condiciones dentro de las fábricas, pero esa dedicación flaquea cuando entra en conflicto con las relaciones con proveedores cruciales o con la entrega rápida de nuevos productos. El martes, Apple anunciaba uno de los trimestres más lucrativos de cualquier empresa a lo largo de la historia, con unos beneficios de 13.060 millones de dólares en ventas. Dichas ventas podrían haber sido incluso mayores, comentan los directivos, si las fábricas del extranjero hubiesen tenido capacidad para producir más.
Los directivos de otras empresas hablan de presiones internas similares. Este sistema tal vez no sea bueno, aducen, pero una revisión radical ralentizaría la innovación. Los clientes quieren que les ofrezcan productos electrónicos increíbles cada año.
“Hemos tenido constancia de abusos laborales en algunas fábricas durante cuatro años, y continúan”, comenta un ex directivo de Apple, quien, al igual que otros, ha hecho declaraciones con la condición de permanecer en el anonimato debido a acuerdos de confidencialidad. “¿Por qué? Porque el sistema nos funciona. Los proveedores lo cambiarían todo mañana si Apple les dijera que no tienen otra opción”, agrega. “Si la mitad de los iPhone funcionaran mal, ¿cree que Apple permitiría que eso se prolongara durante cuatro años?”.
En los informes que ha publicado, Apple afirma que exige que todos los incumplimientos laborales descubiertos sean remediados, y los proveedores que se nieguen son despedidos. Sin embargo, en privado, algunos ex directivos reconocen que encontrar nuevos proveedores cuesta tiempo y dinero. Foxconn es uno de los pocos fabricantes del mundo con envergadura para fabricar cantidades suficientes de iPhone e iPad. Así que Apple “no va a dejar Foxconn ni se va a ir de China”, asegura Heather White, investigadora de Harvard y ex miembro del comité de Control de Normativa Laboral Internacional en la Academia Nacional de las Ciencias. “Hay mucha racionalización”, agrega.
Apple ha recibido amplios resúmenes de este artículo, pero la empresa se ha negado a realizar comentarios. El informe se basa en entrevistas con más de 35 empleados y contratistas actuales o pasados, entre ellos media docena de directivos con un conocimiento de primera mano sobre el grupo de responsabilidad de proveedores de Apple, así como otros dentro del sector tecnológico.
En 2010, Steven P. Jobs habló de las relaciones de la empresa con sus proveedores en un congreso del sector. “Yo creo que Apple realiza uno de los mejores trabajos entre las empresas de nuestro ámbito, y quizá de cualquier otro, a la hora de comprender las condiciones laborales de nuestra cadena de suministros”, decía Jobs, que en aquel momento era consejero delegado de Apple y que falleció el pasado octubre. “Es decir, vas a una fábrica, pero, Dios mío, tienen restaurantes, cines, hospitales y piscinas. Para tratarse de una fábrica, es bastante bonita”, añadía.
Otros, entre ellos los trabajadores de dichas fábricas, agradecen las cafeterías y las instalaciones médicas, pero insisten en que las condiciones son duras.
“Estamos poniendo todo nuestro empeño en mejorar las cosas”, comenta un ex directivo de Apple. “Pero la mayoría de la gente seguiría sintiéndose verdaderamente molesta si viera de dónde proviene su iPhone”, remacha.
El camino hacia Chengdu
En otoño de 2010, unos seis meses antes de la explosión en la fábrica de iPad, Lai Xiaodong envolvía cuidadosamente su diploma universitario con ropa para que no se arrugara en la maleta. Les dijo a sus amigos que ya no asistiría a las partidas de póker semanales y se despidió de sus profesores. Se marchaba a Chengdu, una ciudad de 12 millones de habitantes que estaba convirtiéndose rápidamente en uno de los centros de fabricación más importantes del mundo.
Aunque Lai es extremadamente tímido, había sorprendido a todo el mundo convenciendo a una hermosa estudiante de enfermería para que fuese su novia. Ella quería casarse y el objetivo de Lai era ganar suficiente dinero para comprar un piso.
Las fábricas de Chengdu suministran productos a cientos de empresas. Pero Lai tenía en mente a Foxconn Technology, el exportador más importante de China, que además cuenta con una de las plantillas más grandes de la nación, con 1,2 millones de trabajadores. La empresa tiene fábricas en todo el país, y monta aproximadamente un 40% de los productos electrónicos de consumo del mundo, con clientes como Amazon, Dell, Hewlett-Packard, Nintendo, Nokia y Samsung.
Lai sabía que la fábrica de Foxconn en Chengdu era especial. En su interior, los trabajadores fabricaban el último y posiblemente más importante producto de Apple: el iPad.
Cuando Lai consiguió finalmente un empleo reparando máquinas en la fábrica, una de las primeras cosas que advirtió fueron las luces casi cegadoras. Los turnos diarios duraban 24 horas, y la fábrica siempre estaba iluminada. En cualquier momento dado había miles de trabajadores en las cadenas de montaje o sentados en sillas sin respaldo, agazapados junto a grandes máquinas o corriendo de una plataforma de descarga a otra. A algunos trabajadores se les hinchaban tanto las piernas que andaban como un pato. “Es duro estar de pie todo el día”, afirma Zhao Sheng, un trabajador de la fábrica.
Unas pancartas colgadas en las paredes advertían a los 120.000 empleados: “Trabaja duro en tu puesto hoy o trabaja duro mañana para encontrar otro”. El código de conducta para proveedores de Apple dicta que, salvo en circunstancias inusuales, los empleados supuestamente no han de trabajar más de 60 horas a la semana. Pero en Foxconn, algunos trabajaban más, según entrevistas, nóminas y estudios realizados por grupos externos. Si nos ceñimos a su sueldo, al cabo de poco tiempo Lai estaba pasando12 horas al día, seis días a la semana, dentro de la fábrica. A veces se exigía a los empleados que llegaban tarde que redactaran cartas de confesión y copiaran citas. Había “cambios continuos” en los que a los trabajadores se les pedía que hicieran dos turnos seguidos, según varias entrevistas.
El título universitario de Lai le permitía percibir un salario de unos 22 dólares diarios, horas extras incluidas, lo cual era más de lo que ganaban muchos otros. Cuando terminaba su jornada, se retiraba a una pequeña habitación en la que apenas cabían un colchón, un armario y una mesa y donde se entretenía obsesivamente con un juego de Internet llamado Fight the Landlord, explica su novia, Luo Xiaohong.
Esos alojamientos eran mejores que muchas de las residencias de Foxconn, donde vivían 70.000 trabajadores de la empresa, y donde se apiñaban hasta 20 personas en un piso de tres habitaciones. El año pasado, una disputa salarial desencadenó un motín en una de las residencias, y los trabajadores empezaron a lanzar botellas, cubos de basura y papeles ardiendo desde las ventanas, según los testigos. Doscientos agentes de policía se enfrentaron a los trabajadores y detuvieron a ocho. Después se retiraron los cubos de basura, y los montones de desperdicios –y los roedores - se convirtieron en un problema. Lai se sentía afortunado de tener una vivienda propia.
En un comunicado, Foxconn desmentía las declaraciones de los trabajadores sobre los turnos continuos, el exceso de horas extras, los alojamientos abarrotados y las causas de la revuelta. La empresa afirmaba que sus actividades se adherían a los códigos de conducta de los clientes, los criterios del sector y las leyes nacionales. “Las condiciones en Foxconn son cualquier cosa menos duras”, escribía la empresa. Foxconn dijo también que nunca había sido citada por un cliente o por el Gobierno por contratar a menores de edad, explotar a los trabajadores o por exposición a productos tóxicos.
“Todos los empleados de la cadena de montaje disfrutan de descansos periódicos, incluida una hora para comer”, escribía la empresa, y solo un 5% de ellos deben permanecer de pie para desempeñar su labor. Los puestos han sido diseñados de acuerdo con criterios ergonómicos, y los empleados tienen oportunidades para la rotación laboral y los ascensos, aseguraba el comunicado.
“Foxconn tiene un historial de seguridad muy positivo”, escribía la empresa, “y hemos progresado mucho en nuestros esfuerzos por liderar el sector en China en ámbitos como las condiciones del lugar de trabajo y el cuidado y el trato a nuestros empleados”.
El código de conducta de Apple
En 2005, algunos altos directivos de Apple se dieron cita en su sede de Cupertino, California, para celebrar una reunión especial. Otras empresas habían creado códigos de conducta para supervisar a sus proveedores. Apple decidió que había llegado el momento de seguir su ejemplo. El código que publicó Apple ese año exige “que las condiciones laborales en la cadena de suministro de la empresa sean seguras, que los trabajadores sean tratados con respeto y dignidad y que los procesos de fabricación sean responsables con el medio ambiente”.
Pero el año siguiente, el periódico británico The Mail on Sunday visitó en secreto una fábrica de Foxconn en Shenzhen, China, donde se producían iPod, e informó de las largas jornadas de los trabajadores, de las flexiones impuestas como castigo y de los alojamientos abarrotados. Los directivos de Cupertino quedaron asombrados. “Apple está llena de buena gente que no tenía ni idea de que esto estaba sucediendo”, decía un ex empleado. “Quisimos que la situación cambiara inmediatamente”.
Apple auditó esa fábrica, la primera de esas inspecciones por parte de la empresa, y ordenó mejoras. Los directivos también emprendieron una serie de iniciativas que incluían un informe anual de auditoría, publicado por primera vez en 2007. El año pasado, Apple había inspeccionado 396 instalaciones, entre ellas proveedores directos de la empresa, y también muchos de los suministradores de esos proveedores, uno de los programas más importantes de esa índole dentro del sector de los productos electrónicos.
Esas auditorías han descubierto incumplimientos sistemáticos del código de conducta de Apple, según resúmenes publicados por la empresa. En 2007, por ejemplo, la empresa realizó más de 35 auditorías, dos tercios de las cuales indicaban que los empleados suelen trabajar más de 60 horas a la semana. Asimismo, hubo seis “infracciones básicas”, el tipo más grave, entre ellas la contratación de niños de 15 años, además de la falsificación de archivos.
Durante los tres años siguientes, Apple llevó a cabo 312 auditorías, y cada año, más o menos la mitad mostraban indicios de un gran número de empleados que trabajaban más de seis días a la semana, además de hacer muchas horas extra. Algunos trabajadores recibían menos del salario mínimo o se les retenía la paga como castigo. Apple encontró 70 infracciones básicas durante ese periodo, incluidos casos de trabajo involuntario, empleados menores de edad, falsificaciones de archivos, eliminación inadecuada de residuos peligrosos y más de 100 trabajadores heridos por exposición a productos químicos tóxicos.
El año pasado, la empresa realizó 229 auditorías. Se advirtieron leves mejoras en algunas categorías, y el número de infracciones básicas detectadas disminuyó. Sin embargo, en 93 instalaciones, al menos la mitad de los trabajadores superaban el límite de 60 horas semanales. Más o menos el mismo número de empleados trabajaban más de seis días a la semana. Hubo incidentes de discriminación, medidas de seguridad inadecuadas, impago de las horas extra requeridas y otras infracciones. Ese año murieron cuatro empleados y 77 resultaron heridos en explosiones en el lugar de trabajo.
“Si los problemas siguen un mismo patrón año tras año, significa que la empresa está ignorando la cuestión en lugar de resolverla”, afirma un ex directivo de Apple con un conocimiento de primera mano del grupo de responsabilidad de los proveedores. “Se toleran los incumplimientos siempre que los proveedores prometan esforzarse más la próxima vez. Si nos pusiéramos serios, las infracciones básicas desaparecerían”.
Apple dice que cuando una auditoría revela una infracción, la empresa exige a los proveedores que resuelvan el problema en un plazo de 90 días y que realicen cambios para impedir que se repita. “Si un proveedor no está dispuesto a cambiar, finiquitamos nuestra relación”, asegura la empresa en su página web.
Sin embargo, la seriedad de esa amenaza no está clara. Apple ha descubierto infracciones en cientos de auditorías, pero se ha prescindido de menos de 15 proveedores por transgresiones desde 2007, según ex directivos de la empresa.
“Una vez que se cierra el acuerdo y Foxconn se convierte en proveedor autorizado de Apple, la empresa ya no presta atención a las condiciones de trabajo ni a nada que sea irrelevante para sus productos”, afirma Li, el ex director de Foxconn. Li pasó varios años en las fábricas de Foxconn en Shenzhen y Chengdu y fue despedido en abril tras negarse a ser trasladado a esta última, afirma. La empresa desmiente sus comentarios, y declara que “tanto Foxconn como Apple se toman muy en serio el bienestar” de sus empleados.
Los esfuerzos de Apple han propiciado algunos cambios. Las instalaciones que fueron auditadas de nuevo “mostraron mejoras constantes en el rendimiento y unas condiciones de trabajo más aptas”, escribía la empresa en su informe de progreso en la responsabilidad de los proveedores en 2011. Además, el número de fábricas auditadas ha crecido cada año, y algunos directivos afirman que el aumento de esas iniciativas impiden ver las mejoras que se producen anualmente.
Apple ha formado también a más de un millón de trabajadores en cuanto a sus derechos y los métodos de prevención de lesiones y enfermedades. Hace unos años, después de que unos auditores insistieran en entrevistar a los empleados de rango más bajo de las fábricas, descubrieron que algunos de ellos se habían visto obligados a pagar onerosas “cuotas de contratación”, algo que Apple clasifica como mano de obra involuntaria. El año pasado, la empresa obligó a los proveedores a reembolsar más de 6,7 millones de dólares por esas cuotas.
“Apple está a la cabeza de la prevención de la explotación de menores”, afirma Dionne Harrison, de Impactt, una empresa a la que Apple paga para evitar y solucionar casos de explotación infantil entre sus proveedores. “Están haciendo todo lo que pueden”.
Pero hay otros asesores que no están de acuerdo.
“Llevamos años diciéndole a Apple que hay problemas muy graves y recomendándoles posibles cambios”, explica un asesor de BSR, siglas de Business for Social Responsibility [Empresa en favor de la responsabilidad social], una empresa a la que Apple ha recurrido en dos ocasiones para que le aconsejara acerca de cuestiones laborales. “Ellos no quieren prevenir los problemas; lo único que quieren es no pasar vergüenza”.
‘Podríamos haber salvado vidas’
En 2006, BSR, junto con un equipo del Banco Mundial y otros grupos, emprendió un proyecto para mejorar las condiciones laborales en fábricas de China y otros países en las que se producían teléfonos móviles y otros dispositivos. Los grupos y las empresas prometieron poner a prueba distintas ideas. Foxconn accedió a participar.
Durante cuatro meses, BSR y otro grupo negociaron con Foxconn un programa piloto para crear “líneas telefónicas de atención” a los trabajadores, de forma que los empleados pudieran denunciar condiciones abusivas, pedir orientación psicológica y hablar de problemas relacionados con el lugar de trabajo. Apple no era uno de los participantes del proyecto, pero se le informó al respecto, según el asesor de BSR, que estaba al tanto de los detalles.
Conforme avanzaban las negociaciones, los requisitos de Foxconn para participar no paraban de cambiar. Primero, Foxconn pidió que se dejaran de instalar nuevas líneas de atención y se empezara a evaluar las ya existentes. Luego, Foxconn insistió en que se excluyera la orientación sobre salud mental. Foxconn les pidió a los participantes que firmaran un acuerdo por el cual se negaban a revelar información sobre lo que observaran, y posteriormente reescribió dichos acuerdos en múltiples ocasiones. Al final se llegó a un acuerdo, y se dispuso que el proyecto se iniciara en enero de 2008. Un día antes de empezar, Foxconn exigió más cambios, hasta que quedó claro que el proyecto no iba a salir adelante, según el asesor y un resumen elaborado por BSR en 2008 en el que no se mencionaba a Foxconn.
El año siguiente, un empleado de Foxconn se cayó o saltó de un edificio de apartamentos tras perder un prototipo del iPhone. Durante los dos años siguientes, al menos 18 trabajadores más de Foxconn trataron de suicidarse o se cayeron de edificios de formas que parecen indicar que fueron intentos de suicidio. En 2010, dos años después de que el programa piloto se fuera a pique y tras muchos intentos de suicidio, Foxconn creó una línea de atención exclusiva para cuestiones de salud mental y empezó a ofrecer orientación psicológica gratuita.
“Podríamos haber salvado vidas, y le pedimos a Apple que presionara a Foxconn, pero se negaban a hacerlo”, explica el asesor de BSR, que ha pedido que no reveláramos su identidad por los acuerdos de confidencialidad. “Empresas como HP, Intel o Nike están presionando a sus proveedores. Pero Apple prefiere mantenerse a una distancia prudente y Foxconn es su fabricante más importante, así que se niegan a presionarles”.
En una declaración por escrito, BSR aseguró que las opiniones del asesor no coincidían con las de la empresa.
“Mis compañeros de BSR y yo vemos a Apple como una empresa que está llevando a cabo un esfuerzo ímprobo por garantizar que las condiciones laborales en su cadena de suministro cumplen las expectativas de la legislación vigente, las normas de la empresa y las expectativas de los consumidores”, escribe Aron Cramer, el presidente de BSR. Añade que pedirle a Apple que presionara a Foxconn no habría sido coherente con el objetivo del programa piloto, y que había múltiples razones para no llevar a cabo el programa.
En una declaración, Foxconn asegura que actuó con rapidez y de forma exhaustiva para solucionar la cuestión de los suicidios, y que “los datos han demostrado que dichas medidas han funcionado”.
Un cliente exigente
Todos los meses, responsables de empresas de todo el mundo peregrinan a Cupertino o invitan a directivos de Apple a visitar sus fábricas en el extranjero, todos con el mismo objetivo: convertirse en proveedor suyo.
Cuando les llega la noticia de que Apple está interesado en un producto o en un servicio concretos, suele haber pequeñas celebraciones; brindan con whisky y van a un karaoke a cantar.
Luego llegan las peticiones de Apple.
Por lo general, Apple pide a los proveedores que especifiquen cuánto cuesta cada componente, cuántos empleados se necesitan y la cuantía de sus salarios. Los directivos quieren conocer hasta el más mínimo detalle financiero. Acto seguido, Apple calcula cuánto va a pagar por un componente. A la mayoría de los proveedores se les deja un margen ínfimo.
Por eso muchas veces los proveedores intentan recortar de donde pueden, sustituir productos químicos caros por otras opciones más baratas o presionar a sus empleados para que trabajen a más velocidad y más horas, según gente que trabaja en dichas empresas.
“La única forma de ganar dinero trabajando para Apple es encontrar la manera de hacer las cosas de una forma más eficiente o más barata”, comentaba un directivo de una empresa que ayudó a sacar el iPad al mercado. “Y luego vuelven el año siguiente y obligan a la empresa a rebajar el precio un 10%”.
En enero de 2010, los empleados de una fábrica china propiedad de Wintek, un socio que fabrica para Apple, se declararon en huelga por toda una serie de cuestiones, incluidos unos rumores muy difundidos de que los trabajadores estaban siendo expuestos a toxinas. Las investigaciones llevadas a cabo por los medios de comunicación revelaban que más de cien empleados se habían visto afectados por el n-hexano, un producto químico tóxico que puede provocar daños en el sistema nervioso y parálisis.
Los empleados afirman que se les ordenó utilizar n-hexano para limpiar la pantalla de los iPhones porque se evaporaba a una velocidad casi tres veces mayor que frotando con alcohol. Una evaporación más rápida significaba que los trabajadores podían limpiar más pantallas por minuto.
Apple comentó los daños sufridos por los trabajadores de Wintek al cabo de un año. En su informe de responsabilidad de los proveedores, Apple afirmaba que le había “exigido a Wintek que dejara de utilizar n-hexano” y que “se había asegurado de que todos los trabajadores habían recibido el tratamiento adecuado, y estaban siguiendo muy de cerca sus informes médicos hasta que se recuperaran del todo”. Asimismo, Apple aseguraba que le había exigido a Wintek que arreglara el sistema de ventilación.
Ese mismo mes, un periodista de The New York Times entrevistó a una docena de trabajadores de Wintek afectados que afirmaban que ni Apple ni sus intermediarios se habían puesto en contacto con ellos, y que Wintek los había presionado para que dimitieran y aceptaran liquidaciones en metálico que eximirían a la empresa de toda responsabilidad. Después de esas entrevistas, Wintek se comprometió a proporcionar una mayor indemnización a los empleados afectados y Apple envió a un representante a hablar con algunos de ellos.
Seis meses después, algunas publicaciones especializadas informaban de que Apple había reducido de forma significativa el precio que le pagaba a Wintek.
“Puedes establecer todas las normas que quieras, pero no tienen sentido si no les das a los proveedores el margen suficiente para que traten bien a sus empleados”, comentaba un exdirectivo de Apple que conoce de primera mano al grupo encargado de la responsabilidad de los proveedores. “Si exprimes los márgenes, les estás obligando a recortar en materia de seguridad”.
Wintek sigue siendo uno de los proveedores más importantes de Apple. En una declaración, se negaba a hacer comentarios salvo para decir que, después de este episodio, la empresa había adoptado “amplias medidas” para abordar la situación y “se había comprometido a garantizar el bienestar de los empleados y a crear un entorno laboral seguro y saludable”.
Muchas empresas tecnológicas importantes han trabajado con fábricas cuyas condiciones son alarmantes. Sin embargo, los supervisores independientes y los proveedores aseguran que algunas se comportan de otra manera. Los directivos de varios proveedores aseguraban en entrevistas que Hewlett-Packard y otras empresas les permiten obtener unos beneficios ligeramente más elevados y otros complementos si se utilizan para mejorar las condiciones de los trabajadores.
“Nuestros proveedores son muy sinceros con nosotros”, señala Zoe McMahon, una directiva del programa de responsabilidad social y medioambiental de la cadena de suministro de Hewlett-Packard. “Si les cuesta mucho cumplir nuestras expectativas, nos lo hacen saber, y eso influye en nuestras decisiones”.
La explosión
La tarde de la explosión de la fábrica de iPads, Lai Xiaodong llamó a su novia, como hacía todos los días. Esperaban poder verse esa tarde, pero el director de Lai le dijo que tenía que hacer horas extra, según lo que le contó Lai a ella.
Le habían ascendido muy rápido en Foxconn, y en tan solo unos meses tenía a su cargo un equipo que se encargaba del mantenimiento de las máquinas que pulían las fundas de los iPads. En la zona de lijado había mucho ruido, y el área estaba llena de polvo de aluminio. Los trabajadores llevaban mascarillas y tapones, pero por muchas veces que se ducharan, se les reconocía por el leve brillo aluminoso de su pelo y del rabillo de los ojos.
Tan solo dos semanas antes de la explosión, un grupo de Hong Kong de defensa de los derechos de los trabajadores publicó un informe en el que advertían de que las condiciones en la fábrica de Chengdu no eran seguras, y mencionaban problemas como el polvo de aluminio. El grupo, Students And Scholars Against Corporate Misbehavior [Estudiantes y expertos en contra de la mala conducta empresarial], o SACOM, por sus siglas en inglés, había grabado en vídeo a los trabajadores cubiertos de diminutas partículas de aluminio. “Los problemas de seguridad y de salud laboral en Chengdu son alarmantes”, se afirmaba en el informe. “Los trabajadores también resaltan el problema de la mala ventilación y de que la ropa de protección para el personal es inadecuada”.
Una copia de dicho informe fue enviada a Apple. “No tuvimos respuesta”, explica Debby Chan Sze Wan, miembro del grupo. “Unos meses más tarde fui a Cupertino y me metí en el grupo de presión de Apple, pero nadie quería reunirse conmigo. Nadie de Apple se ha puesto en contacto conmigo en ningún momento”.
La mañana de la explosión, Lai acudió en bicicleta al trabajo. El iPad acababa de salir a la venta solo unas semanas antes, y a los trabajadores se les dijo que había que pulir miles de fundas al día. La actividad en la fábrica era frenética, según los obreros. Filas y más filas de máquinas pulían las fundas mientras los empleados, equipados con mascarillas, apretaban los botones. Encima de cada estación había grandes conductos de aire, pero no podían seguir el ritmo de las tres filas de máquinas puliendo sin parar. Por todas partes había polvo de aluminio.
El polvo es un riesgo conocido para la seguridad. En 2003, una explosión de polvo de aluminio en Indiana destruyó una fábrica de ruedas y se cobró la vida de un trabajador. En 2008, el polvo agrícola en el interior de una fábrica de azúcar en Georgia provocó una explosión en la que murieron 14 personas.
A las dos horas de que Lai hubiera empezado su segundo turno, el edificio empezó a temblar, como si hubiera un terremoto. Según algunos trabajadores de la fábrica, se produjo una serie de explosiones.
Entonces empezaron los gritos.
Cuando los compañeros de Lai salieron afuera a toda prisa, el humo oscuro estaba mezclándose con una llovizna, por lo que puede verse en unos vídeos grabados con teléfonos móviles. El número total de muertos ascendió a cuatro y el de heridos, a 18.
En el hospital, la novia de Lai vio que tenía casi toda la piel calcinada. “Lo reconocí por las piernas, porque de lo contrario no habría sabido quién era”, asegura.
Al final llegó su familia. Se le había quemado más del 90% del cuerpo. “Mi madre salió corriendo de la habitación nada más verlo. Yo me puse a llorar. Nadie podía soportarlo”, comenta su hermano. Cuando su madre volvió, trató de no tocar a su hijo por miedo a hacerle daño.
“Si lo hubiera sabido”, afirma, “le habría cogido del brazo, lo habría tocado”.
“Tuvo mucha fuerza”, añade. “Aguantó dos días”.
Después de la muerte de Lai, los empleados de Foxconn fueron hasta su pueblo natal y les entregaron una caja con las cenizas. Posteriormente, la empresa les envió un cheque por un valor de aproximadamente 150.000 dólares.
En una declaración, Foxconn afirmó que en el momento de la explosión la fábrica de Chengdu cumplía todas las leyes y normativas aplicables, y “después de asegurarnos de que las familias de los empleados fallecidos recibían el apoyo que necesitaban, comprobamos que todos los empleados heridos recibían la mejor asistencia médica posible”. Después de la explosión, añadía la empresa, Foxconn detuvo de inmediato el trabajo en todos los talleres de pulido y, posteriormente, mejoró la ventilación y la extracción del polvo, además de adoptar tecnologías para mejorar la seguridad de los trabajadores.
En su informe más reciente de responsabilidad de sus proveedores, Apple afirmaba que, después de la explosión, la empresa se puso en contacto con “los expertos más destacados en materia de seguridad de procesos” y reunió a un equipo para que investigara e hiciera recomendaciones para evitar futuros accidentes.
Sin embargo, en diciembre, siete meses después de la explosión que se cobró la vida de Lai, explotó otra fábrica de iPads, esta vez en Shanghai. La causa había sido también el polvo de aluminio, según las entrevistas y el informe más reciente de responsabilidad de los proveedores de Apple. En esa explosión resultaron heridos 59 trabajadores, y 23 de ellos fueron hospitalizados.
“Después de producirse una explosión, es negligencia grave no caer en la cuenta de que deberían revisarse todas las fábricas”, afirma Nicholas Ashford, experto en materia de seguridad laboral, que ahora trabaja en el Massachusetts Institute of Technology. “Si el polvo de aluminio planteara un problema extremadamente difícil, lo entendería. Pero ¿saben lo fácil que es controlar el polvo? Se llama ventilación. Hace un siglo que solventamos esta cuestión”.
En su informe más reciente de responsabilidad de sus proveedores, Apple señalaba que, aunque ambas explosiones estaban relacionadas con el polvo de aluminio inflamable, las causas eran distintas. No obstante, la empresa no quiso dar detalles. En el informe se añadía que Apple había auditado a todos los proveedores que pulían productos de aluminio y que había puesto en marcha medidas de precaución más estrictas. Según el informe, todos los proveedores han adoptado las medidas necesarias excepto uno, que sigue cerrado.
La familia de Lai todavía no ha encontrado respuesta a varias preguntas. “No estamos del todo seguros de cómo murió”, explica la madre de Lai junto a un sepulcro que ha construido cerca de su casa. “No entendemos qué pasó”.
Ganar la lotería de Apple
Todos los años, cuando empiezan a oírse rumores sobre los próximos productos Apple, las publicaciones y las páginas web del sector empiezan a especular sobre qué proveedores tienen más probabilidades de que les toque la lotería de Apple. Conseguir un contrato con Apple puede hacer que el valor de una empresa se incremente en millones porque, indirectamente, se está indicando que la fabricación es de buena calidad. Pero pocas empresas alardean abiertamente del trabajo: Apple suele exigir a sus proveedores que firmen contratos en los que prometen no divulgar nada, ni siquiera su asociación.
Esa falta de transparencia da a Apple cierta ventaja a la hora de mantener en secreto sus planes. Pero también ha constituido una barrera para mejorar las condiciones laborales, según algunos activistas y exdirectivos de Apple.
Este mes, tras las numerosas peticiones de grupos defensores de los derechos de los trabajadores y medios de comunicación, entre ellos The New York Times, Apple ha publicado los nombres de 156 de sus proveedores. En el informe que acompaña dicha lista, Apple afirma que “juntos representan más del 97% de lo que les pagamos a los proveedores para que fabriquen nuestros productos”.
No obstante, la empresa no ha revelado los nombres de centenares de empresas que no tienen un contrato directo con Apple, pero que suministran a los proveedores. La lista de proveedores de la empresa no aclara dónde están las fábricas, y muchas son difíciles de encontrar. Y algunas organizaciones de control independientes aseguran que, cuando han intentado inspeccionar a los proveedores de Apple, les han denegado la entrada por órdenes de Apple, o por lo menos eso les han dicho.
“Hemos mantenido esta conversación cientos de veces”, explica un exdirectivo del grupo de responsabilidad de los proveedores de Apple. “Hay un compromiso legítimo y de toda la empresa con el código de conducta. Pero llevarlo al siguiente nivel y cambiar de verdad la situación entra en conflicto con los objetivos empresariales y de confidencialidad, así que no podemos ir más lejos”. Algunos exempleados de Apple afirman que, por lo general, se les prohibía relacionarse con la mayoría de los grupos externos.
“Aquí hay una auténtica cultura del secretismo que influye en todo”, señala el exdirectivo.
Otras empresas tecnológicas funcionan de otra forma
“Hablamos mucho con gente de fuera”, asegura Gary Niekerk, director de comportamiento empresarial cívico de Intel. “El mundo es complejo y, si no dialogamos con grupos externos, nos perdemos muchas cosas”.
Dada la fama y el liderazgo de Apple en la fabricación a escala mundial, si la empresa cambiara radicalmente su forma de actuar, podría transformar la manera de hacer negocios. “Todas las empresas quieren ser Apple”, señala Sasha Lezhnev, de Enough Project, un grupo dedicado a la responsabilidad empresarial. “Si se comprometieran a fabricar un iPhone sin conflictos de por medio, transformarían la tecnología”.
Pero en última instancia, señalan exdirectivos de Apple, hay pocas presiones externas reales para que cambien las cosas. Apple es una de las marcas más admiradas. En un sondeo a escala nacional llevado a cabo por The New York Times en noviembre, el 56% de los entrevistados afirmaba que no se le ocurría nada negativo sobre Apple. Un 14% respondió que lo peor que tenía la empresa era que sus productos eran demasiado caros. Y solo un 2% mencionaba las prácticas laborales en el extranjero.
Hay gente como White, de Harvard, que afirma que hasta que los consumidores exijan una mejora de las condiciones en las fábricas en el extranjero (como han hecho en el caso de empresas como Nike y Gap, que ya han revisado las condiciones de sus proveedores) o intervengan los reguladores, hay pocos incentivos para llevar a cabo un cambio radical. Y fuentes internas de Apple se muestran de acuerdo.
“Puedes producir en fábricas que sean cómodas y que traten bien a sus empleados o reinventar el producto cada año y hacerlo mejor, más rápido y más barato, para lo cual se necesitan fábricas que resultan demasiado estrictas desde el punto de vista estadounidense”, comenta un directivo actual de Apple.
“Y, ahora mismo, a los clientes les importa más tener un iPhone nuevo que las condiciones laborales en China”.
© The New York Times
Spanair deja de volar por sus problemas financieros
La empresa no ha encontrado un socio y planea presentar el concurso de acreedores. El Ministerio de Fomento prepara un plan de recolocación para los viajeros. Habrá 22.771 afectados por las cancelaciones solo este fin de semana
Spanair ha anunciado que dejará de operar vuelos esta noche. Ha enviado un comunicado tras su consejo de administración en el que señala que "ante la falta de visibilidad financiera para los próximos meses, la compañía ha optado por cesar la operación de sus vuelos como medida de prudencia y seguridad, y tomara todas las medidas legales pertinentes". Asegura que está en contacto con las autoridades y que los viajeros afectados deben acudir a su página web o al teléfono 902 13 14 15 para saber cómo proceder. Los trabajadores de Spanair ya habían empezado a informar horas antes a los pasajeros de que no habrá más vuelos a partir de mañana y el Ministerio de Fomento ha enviado un comunicado donde da por cesada la actividad de la empresa. El cierre de operaciones de la aerolínea se ha precipitado tras la ruptura de las negociaciones con la que se perfilaba como su socia industrial, Qatar Airways, que debía insuflarle el oxígeno financiero que necesita. Y la Generalitat ha anunciado oficialmente esta tarde que no seguirá realizando aportaciones a la compañía. Se perfila un concurso de acreedores, según han señalado fuentes de la empresa.
Pese a que un portavoz de Spanair ha insinuado hace una hora que la compañía sí presentará un concurso de acreedores, en declaraciones a la prensa en el exterior del hotel donde se celebra el consejo de administración, el presidente de la aerolínea, Ferran Soriano, no lo ha confirmado ni desmentido. En un ejercicio de calculada ambigüedad, ha afirmado hace unos minutos que "no puede aclarar" este extremo "porque ahora la prioridad es garantizar la seguridad de la operación y de los pasajeros". "Las medidas legales, financieras y técnicas las tomaremos en las próximos días u horas con la misma prudencia que hasta ahora", ha zanjado. "Yo me debo al consejo", ha dicho antes de entrar de nuevo en la reunión.
Solo este fin de semana quedarán afectados (a la espera de ver las soluciones propuestas) 91 vuelos en toda España el sábado y 129 vuelos el domingo. En total, el sábado sufrirán el cese de operaciones de Spanair 8.695 personas mañana y otras 14.076 el domingo. En total, tienen que buscar alternativa a 22.771 personas. El Ministerio de Fomento ha constituido en Barcelona un comité de coordinación y seguimiento permanente, integrado por representantes del propio Ministerio (Dirección General de Aviación Civil, AENA), de la Generalitat de Cataluña, de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de las compañías aéreas que están colaborando en el reajuste de los pasajeros. La delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, está reunida con el comité directivo de las instalaciones. Tratan de trazar un plan de vuelos alternativos para los afectados.
El Ministerio de Fomento ha recordado en un comunicado que "la compañía tiene la obligación de atender a los usuarios que puedan verse perjudicados por sus actuaciones y, en concreto, de garantizar su asistencia, el reembolso del billete o transporte alternativo, la prestación de información y, en su caso, la compensación que corresponda". recuerda que los pasajeros afectados pueden reclamar a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, que coordinará las quejas.
AENA está trabajando con el Ministerio de Fomento "para garantizar que se cumplan los derechos de los ciudadanos", sea cual sea el resultado del consejo de Spanair. "Todo son planes preventivos a la espera de saber qué ocurrirá tras la reunión del consejo", dice una portavoz del Ministerio de Fomento. Sin embargo, según informa Efe, la compañía prepara ya la solicitud a Aviación Civil para suspender su actividad, aunque al parecer todavía no la ha presentado.
Spanair el pasado año registró 12,5 millones de pasajeros en todos los aeropuertos en los que opera. Solo para mañana, y según AENA, Spanair tiene programados en Barcelona-El Prat 55 operaciones y en Madrid-Barajas, 34 operaciones, entre llegadas y salidas. Fundada en 1986 e inicialmente dedicada a vuelos chárter, cerró 2010 (un año después de haber pasado su propiedad de la escandinava SAS a manos catalanas) con una facturación de 607 millones de euros y unas pérdidas de 115 millones. En 2009 había perdido otros 186 millones. La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, a través de créditos y de inversiones con empresas públicas, han salido en numerosas ocasiones a su rescate, la última vez en noviembre del pasado año. Sin embargo, la Administración pública trataba de evitar más inyecciones, por lo que insistió en colaborar en la búsqueda de un socio industrial. Una búsqueda que ha fracasado. "En un contexto de crisis económica como la actual, el Gobierno tiene que ser extraordinariamente cuidadoso con sus prioridades de gasto. La administración catalana ha participado en el proyecto teniendo en cuenta las limitaciones de la legislación europea referente a la libre competencia. Estos dos factores imposibilitan nuevas aportaciones de capital de la Generalitat", ha señalado el Gobierno catalán.
Spanair da trabajo directa o indirectamente a unas 4.000 personas (su plantilla directa en 2010, último año en el que ha entregado al Registro Mercantil sus cuentas, era de unas 2.700 personas). El año pasado fue la segunda aerolínea del aeropuerto de Barcelona-El Prat por número de pasajeros, con 4,3 millones de viajeros transportados (toda la instalación movió en 2011 34,3 millones de pasajeros). Desde Madrid transportó a 2,8 millones de personas. La competencia lleva años mostrando sus dudas sobre la viabilidad de la compañía y sobre la legalidad de las múltiples inversiones y los créditos públicos recibidos. El vicepresidente de Ryanair, en su última comparecencia, señaló que el apoyo público que recibía era ilegal, y que esperaba que estuvieran preparando "el entierro" de la empresa. El presidente de Vueling, Josep Piqué, también lleva años quejándose y hace solo unos días el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, apuntó que el proyecto "no tenía futuro". La competencia acudió incluso a Bruselas para denunciar lo que consideran una injusticia. Incluso su propia socia, la escandinava SAS, que posee el 10,9% de las acciones, señaló en el informe que rubrica en la presentación de resultados del tercer trimestre, que se preparaban para una hipotética quiebra de Spanair.
jueves, 26 de enero de 2012
El asturiano Nicky, de 'Gran Hermano VI', sin vista en un ojo tras la paliza que recibió en Gijón
Le golpearon brutalmente tras defender a unos amigos en una discoteca
El exconcursante de la sexta edición del reality 'Gran Hermano', Nicky Villanueva, se ha quedado sin vista en el ojo izquierdo después de haber recibido una paliza el pasado mes de noviembre en Gijón a la salida de una discoteca.
Esta nueva agresión a un antiguo participante del concurso presentado por Mercedes Milá se ha conocido tan sólo dos semanas después de que Amor Romeira fuera apuñalada en el abdomen a la salida también de un local, tal y como adelantó Kiko Hernández en su blog. Precisamente el colaborador de Sálvame también ha sido el que ha avanzado, este martes por la tarde en el magacín de Telecinco, este ataque a Nicky Villanueva, información que le ha facilitado a su vez otra ex gran hermana, Sonia Arenas.
En una entrevista exclusiva al portal especializado FórmulaTV, esta exconcursante de la cuarta edición del reality, que mantiene contacto con el agredido, ha explicado que la paliza se produjo concretamente el día 19 de noviembre de 2011 en Gijón. Aquel sábado, según explica Sonia Arenas a la citada web, "unos sujetos que no conocía de nada, ya dentro del local, comenzaron a meterse con los amigos de Nicky, él solamente dio la cara por ellos y aparentemente se quedó ahí la cosa, como una pequeña discusión". Sin embargo, al igual que ocurrió en el caso de Amor, a la salida del local, "uno de los implicados en la anterior bronca (un hombre de entre 30-40 años) le estaba esperando para propinarle un brutal y duro golpe en el ojo izquierdo. Fue trasladado de inmediato al hospital".
Arenas ha explicado que Nicky ha sido intervenido más de dos veces, "tiene diplopía (visión doble), ve borroso, una placa de metal y 11 puntos en el ojo, no tiene prácticamente visión y no saben cómo irá la recuperación". La exgran hermana no ha querido dar más detalles porque, asegura, hay un "sumario cerrado".
Nicky, agradecido en Facebook
El exconcursante ha publicado en Facebook un agradecimiento a cuantos le han hecho llegar sus mensajes a través de la red social. Nicky asegura: "Voy a deciros algo a todos, estoy completamente alucinado de la cantidad de mensajes que me han llegado, habéis hecho que hasta las lágrimas se me hayan caído leyendo tantas y tantas cosas tan bonitas desde que saltó la noticia. Lo siento pero me habéis dejado sin palabras, sois auténticamente buena gente. Me correría una fiesta con todos cuando me ponga bueno, miles de millones de gracias, mil millones de abrazos, gracias por hacer que pase este trecho tan malo, algo mas apacible. Hasta mañana amigos".
Demi Moore, ingresada por abuso de sustancias
La actriz de 49 años será trasladada a una institución donde reciba "ayuda profesional para tratar su agotamiento", según su representante
La actriz estadounidense Demi Moore ha sido ingresada en un hospital de Los Ángeles (California) por "abuso de sustancias", según la web especializada en información de famosos TMZ.com.
Los paramédicos acudieron a la casa de Moore en un barrio angelino tras recibir una llamada en su servicio de emergencias, y tras atenderla allí durante media hora, la transportaron a un hospital local. La actriz de 49 años será trasladada ahora a una institución para "buscar más ayuda profesional", en un tratamiento que, de acuerdo con las fuentes de TMZ, busca contrarrestar el abuso de sustancias.
El representante de Moore, sin embargo, ha asegurado en un comunicado enviado a la web que el problema de la intérprete es el "cansancio". "Debido a las tensiones de su vida en este momento, Demi ha elegido buscar ayuda profesional para tratar su agotamiento y mejorar su salud en general. Tiene ganas de sentirse mejor y agradece el apoyo de su familia y amigos", señala el comunicado.
Moore anunció en noviembre su divorcio del actor Ashton Kutcher, con quien estuvo casada durante seis años, entre rumores sobre las supuestas infidelidades del protagonista de la serie 'Two and a Half Men' en septiembre.
"Son momentos difíciles para mí y para mi familia, así que pediría la misma compasión y privacidad que darías a cualquier otra persona en una situación similar", dijo entonces Moore sobre su separación de Kutcher, de 31 años.
Hacer puzzles reduce la proteína relacionada con el Alzheimer
Las personas que mantienen el cerebro activo durante toda la vida tienen menos niveles de una proteína vinculada con el Mal de Alzheimer
Las personas que mantienen el cerebro activo durante toda la vida con actividades cognitivamente estimulantes, como la lectura, la escritura y juegos tienen menos niveles de una proteína vinculada con el Mal de Alzheimer.
Según un estudio publicado en la edición on line de la revista "Archives of Neurology", los escáneres cerebrales han revelado que aquellos que han realizado este tipo de actividad tienen niveles reducidos de la proteína beta-amiloide, que forman las placas seniles en el cerebro de los pacientes de Alzheimer.
Las placas seniles son las que se forman debido a la acumulación de proteínas beta-amiloide, que se concentran formando unos cúmulos u ovillos impenetrables que afectan a la transmisión entre las células nerviosas del cerebro.
Aunque estudios previos ya habían sugerido que realizar actividades mentales para estimular el cerebro podrían contribuir a evitar el Alzheimer en la edad adulta, este nuevo estudio identifica el factor biológico, lo que puede ayudar a diseñar nuevas estrategias en los tratamientos.
"Estos resultados apuntan a una nueva forma de pensar acerca de cómo el compromiso cognitivo a lo largo de la vida afecta al cerebro", dijo uno de los investigadores principales del estudio, William Jagust, profesor del Instituto de Neurociencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de California.
"Más que simplemente proporcionar resistencia a la enfermedad de Alzheimer, las actividades de estimulación del cerebro pueden afectar a un proceso patológico primario de la enfermedad", indicó Jagust.
Esto indicaría que la terapia cognitiva "podrían tener un importante efecto 'modificador' de la enfermedad si se aplican los beneficios del tratamiento con suficiente antelación, antes de que aparezcan los síntomas", explicó.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta principalmente a los adultos de edad avanzada. Su principal síntoma es la pérdida de memoria que degenera en demencia.
Los investigadores pidieron a 65 adultos sanos, cognitivamente normales mayores de 60 años, que indicaran la frecuencia con la que participaron en actividades mentales como leer libros o periódicos, escribir cartas o correo electrónico.
Las preguntas se centraron en varios puntos de la vida desde los 6 años hasta la actualidad.
Los participantes tomaron parte en un conjunto de pruebas neuropsicológicas amplias para evaluar la memoria y otras funciones cognitivas y se sometieron a escáneres cerebrales y a una prueba diseñada en el Laboratorio de Berkeley desarrollada para visualizar los amiloides.
Los investigadores compararon los resultados de los escáneres de los individuos sanos con los de 10 pacientes diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer y 11 personas sanas de 20 años y descubrieron una asociación significativa entre los niveles más altos de la actividad cognitiva durante toda la vida y unos niveles bajos de beta-amiloide.
"Esta es la primera vez que el nivel de actividad cognitiva se relaciona con la acumulación de amiloide en el cerebro", señaló Susan Landau, investigadora del Instituto de Neurociencia Helen Wills y del Laboratorio de Berkeley (California).
"La acumulación de amiloides probablemente empiece muchos años antes de que aparezcan los síntomas", señaló. "El tiempo de la intervención puede ser mucho antes, por eso que estamos tratando de identificar si los factores de estilo de vida podrían estar relacionados con los primeros cambios"
Enloquecer por un anticuerpo
Marta Moragas, de 20 años, se recupera a buen ritmo. / MARCEL.LÍ SÁENZ
Una enfermedad autoinmune causa crisis psicóticas y trastornos de personalidad
La dolencia fue descubierta en 2007 por el médico Josep Dalmau
El primer síntoma de que algo extraño ocurría en el cerebro de Marta apareció a mediados de julio de 2010 cuando llegó a casa y le dijo a sus padres: “No sé qué me ocurre, pero me cuesta hablar”. Año y medio más tarde, la propia Marta Moragas explica: "Yo simplemente estaba esperando a una amiga y, cuando llegó, no podía coordinar mis pensamientos con las palabras; me costaba vocalizar. Era muy extraño; antes nunca había notado nada parecido”.
A 6.000 km de distancia, y sin haber oído nunca hablar de Marta, la estudiante de la Universidad de Columbia en Nueva York Annalisa Meier relata algo sobrecogedoramente parecido: "Llevaba unos días con dolor de cabeza, pero mi primer síntoma fue que no podía decir lo que pensaba. No encontraba las palabras. Llamé a mi madre asustada pero no me entendía"
Al principio, los padres de Marta no dieron gran importancia a ese incidente. Pero a los pocos días Marta empezó a tener comportamientos más preocupantes. “Había momentos en que se quedaba ausente y otros en que se movía de manera descoordinada, decía frases sin sentido, y mostraba mucha ansiedad. Enseguida la llevamos al hospital”, explica Emili Moraga.
Los neurólogos del hospital Vall d’Hebrón de Barcelona le hicieron varias pruebas. Pero todo parecía normal. Le diagnosticaron crisis de ansiedad, y le dieron el alta. Sin embargo, la situación empeoró dramáticamente. Marta alternaba momentos de bloqueo absoluto con crisis en que agredía a sus familiares, gritaba como poseída, se quitaba la ropa, se revolcaba por el suelo… “Era espantoso”, recuerda afligido su padre Emili. "Estábamos aterrados y la llevamos a psiquiatría del hospital de Sant Pau”.
Meses antes, Annalisa había pasado por el mismo proceso. "Ella no se acuerda de nada, pero empezó a pegarnos, decía que al cerrar los ojos veía gente atacándola, a veces se rascaba la cara muy duro, no establecía contacto visual, y tenía convulsiones. En el hospital descartaron meningitis y tumor en el cerebro. Decían estar desconcertados. Pero era obvio que la estábamos perdiendo", relata Pilar Meier, madre de Annalisa.
Marta ingresó en Sant Pau el 29 de julio de 2010, y ya no saldría del centro hospitalario hasta diciembre de ese mismo año. Al principio los médicos seguían desorientados. No encontraban ni el mínimo indicio de por qué la conducta de Marta se había transformado radicalmente en solo dos semanas. Internada en su habitación insultaba a las enfermeras, escupía a sus visitantes, tenía movimientos opistótonos (espalda extremadamente arqueada hacia atrás), desarrolló hipersexualidad, tenía alucinaciones paranoides, y sufría crisis epilépticas, taquicardias y pérdida de reflejos básicos. Los médicos se vieron forzados a ingresarla en la unidad de cuidados intensivos, inducirle el coma, y mantenerla con respiración artificial y un marcapasos externo. “No recuerdo absolutamente de nada”, cuenta la propia Marta un año y medio después; ya recuperada y mientras se prepara para sus exámenes de publicidad en la universidad Ramon Llull de Barcelona.
La situación de desconcierto en Sant Pau era absoluta. Pero al conocer el caso, el neurólogo Luis Antonio Querol tuvo una intuición: “Siempre que hay casos insólitos los comentamos entre colegas, y cuando me explicaron los síntomas de Marta, enseguida pensé en la encefalitis de origen autoinmune descrita en 2007 por Josep Dalmau”.
Querol visitó a Marta y comprobó que todos sus síntomas encajaban con lo descrito en la literatura científica. Estaba tan convencido que empezó inmediatamente una terapia inmunosupresora, encargó una punción lumbar, y envió la muestra a la Universidad de Pensilvania, donde investigaba Dalmau. Al cabo de dos semanas llegaron los resultados confirmando que Marta tenía anticuerpos que estaban atacando los receptores NMDA de sus neuronas.
El paralelismo con el caso de Annalisa continúa. La tuvieron que sedar y mantener con respiración artificial. La visitaron expertos de todas las áreas sin éxito. Hasta que el médico Kiwon Lee observó los giros bruscos de 90 grados de cabeza de Annalisa, la manera como sacaba la lengua mientras abría y cerraba la boca, y pensó en la encefalitis autoinmune. Preparó muestras para Josep Dalmau, y aparecieron también anticuerpos anti-NMDA.
“Este trastorno es absolutamente nuevo para la ciencia”, afirma Dalmau. “Lo describimos en 2007, pero seguro que estuvo involucrado en muchos casos que a lo largo de la historia fueron descritos como locura y terminaron en manicomios. Y seguro que en la actualidad debe haber muchos pacientes sin diagnosticar”.
El neurooncólogo Josep Dalmau es un profesor ICREA en la Universidad de Barcelona y de Neurología en la Universidad de Pensilvania que empezó su carrera científica en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York. “Allí es donde empecé a desarrollar mi interés por los procesos autoinmunes, su relación con los síntomas neurológicos y los cambios conductuales en pacientes de cáncer”, recuerda Dalmau. Años después identificaría una coincidencia muy peculiar: cuatro mujeres jóvenes que sufrían síntomas idénticos de alteraciones psiquiátricas, pérdida de memoria, ataques epilépticos, disminución de conciencia y, además, todas tenían teratomas en sus ovarios.
Los teratomas son pequeños tumores benignos presentes en muchas mujeres. No representan una amenaza, y tienen una singularidad: por su origen embrionario, algunas células del interior del tumor se pueden diferenciar en tejidos óseos, pelo, órganos internos, dientes, músculo, e incluso células nerviosas. La hipótesis que barajó Dalmau es que cuando aparecían células del sistema nervioso, el sistema inmunológico las podría considerar extrañas y generar anticuerpos contra ellas. Si estos anticuerpos cruzaban la barrera hematoencefálica y llegaban al cerebro, podrían atacar a las células nerviosas y provocar los brotes psicóticos y trastornos radicales del comportamiento observados en las pacientes.
Dalmau realizó varios análisis a las cuatro mujeres, y descubrió anomalías inflamatorias en el líquido cerebroespinal de todas ellas. Tres de las chicas mejoraron tras un terapia inmunosupresora, y en 2005 publicó un artículo científico en la revista Annals of Neurology con su hipótesis.
Resultó ser correcta. Dalmau continuó investigando, identificó 12 nuevos casos, hizo más pruebas, y en 2007 publicó un trabajo describiendo el mecanismo de acción de esta nueva enfermedad para la medicina: un anticuerpo generado por el propio sistema inmunológico que actúa específicamente contra los receptores NMDA de las neuronas, implicados en la transmisión sináptica, creación de nuevas conexiones neuronales y plasticidad cerebral. Sus descubrimientos le han valido premios como el Jacoby Award de la American Neurological Association, y el de mejor artículo científico del año por la revista Annals of Neurology. Según Luis Antonio Querol, “Dalmau ha revolucionado el campo de la neuroinmunología”.
“Lo bonito es que todo encaja”, dice Dalmau. “En psiquiatría la hipofunción de estos receptores por otras causas ya se había asociado a cuadros psicóticos y esquizofrenia. Y cuando bloqueamos estos receptores en animales de laboratorio, o creamos ratones knock-out que expresan menos receptores en sus neuronas, se ven movimientos repetitivos y alteraciones conductuales de naturaleza parecida. Además, las pacientes mejoraban al extirpar el teratoma“.
Fue el caso de Annalisa Meier, que, a diferencia de Marta, sí tenía teratomas en sus ovarios. La primera intervención fue extirparle estos quistes. Y, no sin problemas, empezó a recuperarse. Dos años después, Annalisa regresó a la Universidad de Columbia. "La enfermedad me hizo más fuerte y apasionada por vivir y aprender", dice convencida.
Pero Dalmau matiza: “Los teratomas fueron la pista inicial que nos permitió caracterizar los síntomas comunes de esta encefalitis, pero desde entonces estamos encontrando muchos casos donde hay respuesta autoinmune contra NMDA sin necesidad de teratoma”. Es el caso de Marta Moragas y de aproximadamente la mitad de los 600 pacientes estudiados por el equipo de Dalmau; una cifra de diagnosticados que va creciendo en todo el mundo. La mayoría de ellos corresponden a mujeres jóvenes, pero según la última revisión publicada en The Lancet Neurology en 2011, la enfermedad también ha sido diagnosticada en mujeres adultas y en hombres.
“No conocemos todavía todas las causas que pueden generar la respuesta autoinmune, pero lo que sí vemos es la presencia de anticuerpos específicos contra el receptor NMDA y mejora radical con tratamiento inmunosupresor" explica Dalmau, quien añade: "Lo verdaderamente impactante de esta enfermedad es constatar que hay procesos autoinmunes que generan cuadros psiquiátricos engañosos y profundas alteraciones neurológicas. Esto lo sospechábamos pero no estaba descrito todavía”.
El neurólogo Luis Antonio Querol agrega: “Además no son casos de poca importancia. Aparte de los brotes psicóticos hay pérdida de conciencia y estado en coma. Seguro que en el pasado muchos pacientes han fallecido por esta encefalitis sin saber que el tratamiento es tan sencillo”. La única terapia recibida durante la rehabilitación de Marta Moragas fueron fármacos inmunosupresores, que continúa tomando por prudencia frente a nuevos brotes.
Los padres de Marta dicen que todavía notan comportamientos extraños en su hija. No saben si son propios de la edad, de alguna reminiscencia de la enfermedad, o fruto de sus propios miedos. Marta dice que prefiere no hacer mucho caso a lo ocurrido. Ella se toma su medicación y se concentra en sus exámenes. Cuando se le pregunta qué piensa de que un único anticuerpo la hubiera transformado en otra persona durante cinco meses de su vida, responde: “Buff! Yo qué se… es increíble, ¿no?”.
Miles de firmas piden una casilla para la ciencia en el IRPF
Más de 60.000 personas muestran su indignación contra los recortes en los presupuestos de investigación a través de Internet y de las redes sociales
Un movimiento social a favor de la ciencia y en contra de los recortes va cobrando cada vez más fuerza, por supuesto, a través de Internet y las redes sociales. Tras el tijeretazo de 600 millones de euros anunciado por el Gobierno de Mariano Rajoy hace dos semanas —que se suma a los del anterior Ejecutivo—, la comunidad científica ha mostrado un profundo malestar. Y ahora son los ciudadanos los que han comenzado a manifestar su indignación por medio de una propuesta al Ministerio de Hacienda: añadir una casilla en la declaración de la renta para que aquel que lo desee pueda aportar el 0,7% de sus impuestos a la investigación. La idea, del joven científico español Francisco J. Hernández, ha recabado más de 60.000 firmas en la web Actuable.es, la mayoría, en menos de 48 horas.
Mientras el apoyo sigue creciendo y el eco de la iniciativa se extiende (la prestigiosa revista Nature la reflejó el martes en su blog), también aparecen algunas críticas. Por ejemplo, que se puede transmitir la idea de que la investigación se alimenta de limosnas o que si se abre la espita de un IRPF a la carta, la espiral puede no acabar nunca: ¿habría que poner una casilla para cada cosa? “Más que una propuesta concreta, es una denuncia ante la situación absurda en la que nos encontramos”, explica Hernández a través de un correo electrónico, “pero ha permitido a muchos ciudadanos mostrar su apoyo a la ciencia”.
Este físico soriano de 26 años, investigador en el Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, se indignó cuando conoció los recortes del nuevo Gobierno y lo conectó de inmediato con el dinero que recibe la Iglesia católica a través del IRPF. “Pensé que a lo mejor la ciencia necesita también una casilla en la declaración de la renta para compensar parcialmente la caída de su presupuesto. Siempre a sumar a una partida para financiar la ciencia desde los presupuestos, claro”, matiza Hernández. Con esta idea escribió una entrada en su blog de divulgación científica (resistencianumantina.blogspot.com) que ha suscitado muchos comentarios de apoyo y se ha movido por las redes sociales.
Un profesor de Historia de un instituto de Espejo (Córdoba), Miguel Ángel de la Fuente, recogió el guante y creó una petición pública en la web de activismo Actuable.es el pasado día 3. “La campaña es una llamada de atención a los políticos; lo que está en juego es el desarrollo científico de nuestro país”, dice De la Fuente. Este profesor, de 33 años, sabe bien en qué se traduce el tijeretazo, como demuestran varios de sus amigos, investigadores, que han tenido que emigrar a países como Austria, Holanda, EE UU o Alemania para poder acceder a un trabajo digno: “Muchos han intentado volver, pero no pueden”.
La protesta se basa también en un editorial de Nature que pedía a los Gobiernos de España, Italia y Grecia que reforzaran sus presupuestos en I+D+i. “En lugar de eso, se están aplicando recortes que terminarán destruyendo la comunidad de científicos que se creó en los años de bonanza”, se queja Hernández. En su opinión, “la política científica es una carrera de fondo, cuesta muchísimo tiempo y esfuerzo crear un sistema de calidad, pero lleva muy poco tiempo destruirlo”.
Los jóvenes investigadores que intentan abrirse camino en el campo de la ciencia constituyen uno de los colectivos más afectados por los recortes. “Cada vez hay menos ayudas y las que quedan sufren continuos retrasos en los pagos, en las tramitaciones...”, explica Pilar Navas-Parejo, portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios. La idea de la casilla de la ciencia, continúa, puede estar bien “como iniciativa ciudadana para dar visibilidad al problema”, pero advierte: “Con esta propuesta parece que se asume que la ciencia es una actividad periférica para el Estado. La I+D no puede financiarse con caridades y limosnas. La ciencia tiene que ser financiada a través de los Presupuestos Generales del Estado de forma planificada”. Sin embargo, al director del Instituto de Ciencias Matemáticas, Manuel de León, le parece una buena iniciativa, tanto como mero toque de atención como si se llegara a poner en marcha como un aporte extra.
“El presupuesto para ciencia no puede depender de una sola casilla, pero es cierto que la idea era llamar la atención, y eso lo hemos conseguido. La verdad es que no sé qué pasaría si existiera la posibilidad de apoyar la ciencia en la declaración, pero si hubiera una casilla de libre asignación y la gente pudiera elegir diferentes cosas me parecería bien”, responde De la Fuente.
Un portavoz de la Secretaría de Estado de Investigación del Ministerio de Economía, de donde depende ahora Ciencia, se limitó ayer a decir que su departamento no tiene “una postura clara frente a la petición”.
Con información de J. A. AUNIÓN.
La petición al ministro de Hacienda
Extracto de la carta donde se defiende la iniciativa:
“Señores ministros, en particular ministro de Hacienda:
dado que gozan de mayoría política sin precedentes, controlando las dos cámaras legislativas y la mayor parte de las comunidades, les solicitamos que inicien procedimiento legal para incluir una casilla en la declaración de la renta que permita a los ciudadanos ofrecer el 0,7% de sus impuestos a invertir en I+D+i. Como ustedes han decidido que la ciencia no es importante para nuestro país, les pedimos que den la oportunidad a cada ciudadano para que done libremente un 0,7% [...] correspondiente al porcentaje de libre asignación actual en la declaración de la renta.
Los últimos Gobiernos vienen recortando más y más [...] en el desarrollo científico y tecnológico [...] de una manera alarmante. Sean ustedes conscientes de la cantidad de científicos españoles que emigran [...]. Solo mediante la investigación subvencionada por el Estado pueden los científicos trabajar independientemente y en beneficio de la sociedad. España necesita a estos profesionales [...] trabajando en buenas condiciones en beneficio de nuestro país. Una inversión en alta tecnología colaboraría a que España se colocase entre la élite mundial económica.
Nuestro objetivo es conseguir un número de firmas máximo, hasta el 1 de marzo, para que nuestros representantes reflexionen seriamente sobre esta iniciativa y la hagan realidad en nuestras cámaras. Muchas gracias y esperamos su respuesta”.
Google explica, paso a paso, los cambios
La empresa responde preguntas básicas sobre el impacto de las nuevas condiciones de uso
El 1 de marzo, Google unifica la mayoría de condiciones de uso de sus servicios en un único redactado. Lo ha anunciado hoy. Asegura que remitirá un correo electrónico a todos sus usuarios registrados explicando con detalle el cambio. El primer día de marzo, el internauta que quiera acceder a uno de los servicios afectados deberá aceptar las nuevas reglas.
¿A cuántos servicios afecta el cambio en la política de privacidad?
Google unifica la mayoría de sus políticas de privacidad. La medida entra en vigor el 1 de marzo. La compañía pasa de tener 60 a una, que no necesariamente se corresponde con servicios. Las excepciones son Wallet, Jobs, Chrome, Books, Enterprise y pocos más. Algunos de ellos solo están disponibles en Estados Unidos.
¿A partir de ahora el internauta que utilice su buscador y vea vídeos en Youtube deberá registrarse?
No. Ambos servicios seguirán funcionando como siempre; se pueden seguir disfrutando anónimamente. La mejora en la política de privacidad afecta a los servicios que requieren registro previo, como Gmail o Google+.
“Queremos ofrecer una experiencia más sencilla”.
¿No hace al menos dos años que lo practican, cuando añadieron Buzz a Gmail?
Este cambio no tiene nada que ver con Buzz, si no con permitir a nuestros clientes gestionar bien la privacidad, un asunto básico para nosotros. Con Buzz nos equivocamos y hemos aprendido del error, que se refleja en Google +.
¿El cambio no encierra a los usuarios de Google en su propio ecosistema, al estilo Apple?
Categóricamente no. Google es todo lo contrario, porque siempre hemos defendido las plataformas abiertas y participativas, y lo seguiremos haciendo. Nuestro objetivo es mejorar la experiencia del usuario y somos muy conscientes de que estamos a un clic de distancia de la competencia.
¿Los servicios de Google dejan de ser compartimentos estancos y compartirán los datos?
Sí. La mayoría de servicios de Google se convierten en una unidad, pero siempre como plataforma abierta. No encerramos al usuario en nuestro ecosistema y, además, estamos a favor de la portabilidad de los datos. Para muchos, la experiencia en Google ya es fluída y tratamos de ofrecer a todos esta misma unidad.
¿A partir de ahora para activar un teléfono de la plataforma Android será obligatorio tener cuenta con Google?
No. Si te compras un móvil Android no es necesario tener cuenta en Gmail. Puedes llamar, navegar y otra actividades online con normalidad. Sin embargo, para usar aquellos servicios de Google que requieren registro previo, deberás tener cuenta en Google.
¿Qué datos recopilará Google, además de los que se facilitan al registrarse?
Google sabe de tí lo que quieres que sepa. La recogida de datos no cambia. Es exactamente la misma que hasta ahora. Recopilamos nombre y apellidos, dirección de correo electrónico, teléfono de contacto y dirección IP. Y seguimos sin vender datos a terceros.
¿Por qué piden insistentemente desde hace un tiempo el teléfono cuando el usuario accede a Gmail?
Por seguridad, a raíz del problema con Gmail en China. Es importante que los usuarios no usen contraseñas fácilmente deducibles. Como compañía que presta un servicio, es necesario tener un mecanismo para localizarte, más allá del correo electrónico, por si detectamos movimientos extraños.
¿El cambio también afecta a las aplicaciones de Google utilizadas en otras plataformas, como iOS (Apple) o Blackberry?
Sí. Es un cambio en las condiciones del servicio y no de los aparatos, sea éste móvil, ordenador, portátil o tableta.
¿Qué datos asocian con los anuncios personalizados?
Sobre información general. Por ejemplo, si busca información sobre el románico en Palencia, mostraremos anuncios relacionados con esta actividad en el buscador, Gmail y demás servicios que utilices. Conviene recordar que no sabemos quién eres, conocemos tu dirección IP.
¿Si el usuario ve un vídeo en YouTube desde el ordenador y tiene activado Gmail en el móvil, el correo recibirá ofertas sobre ese contenido concreto en el teléfono?
No, salvo que ambos aparatos compartan dirección IP. En cualquier caso, siempre puedes decidir qué quieres compartir, borrar… a través del administrador de preferencias de anuncios, disponible en esta dirección: http://www.google.es/intl/es/privacy/tools.html
¿El tratamiento de datos personales lo harán en servidores de la Unión Europea?
En cualquier caso lo realizaremos en un puerto seguro (Safe Harbour). Los usuarios siempre pueden ver qué información recabamos de ellos y gestionarla para decidir qué guarda sobre sus conversaciones de chat o el número de aplicaciones instaladas en Android.
Scott Rubin y Marisa Toro, directores de comunicación de Google para el sur de Europa, Oriente Proximo y África, el primero, y para España y Portugal, la segunda, han contestado a este cuestionario.
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