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sábado, 4 de enero de 2014

Gafas a un dólar para los países pobres



La iniciativa 'OneDollarGlasses' pretende facilitar el acceso a las lentes correctoras 

 Alrededor de 150 millones de personas en todo el mundo tienen algún problema de visión que puede solucionarse con unas simples gafas. Lamentablemente, un gran porcentaje de estas personas no tiene acceso a un artículo tan básico por falta de recursos. 

 Esta es la brecha que pretende solucionar OneDollarGlasses (las gafas de un dólar), un proyecto liderado por el físico alemán Martin Aufmuth que hace más accesible la fabricación y la compra de lentes correctoras en los lugares más desfavorecidos. 

 La iniciativa, que ha recibido un galardón que la Fundación Siemens concede a soluciones sencillas que mejoran la calidad de vida en los países en desarrollo, ya se ha puesto en marcha en Ruanda, Burkina Faso o Tanzania después de un proyecto piloto en Uganda. 

 El objetivo del proyecto en realidad es doble, porque, además de solucionar los problemas de visión de millones de personas, también pretende derribar las barreras de producción y proporcionar las estrategias necesarias para que elaborar unas gafas esté al alcance de cualquiera con una mínima formación. 

 Así, además del diseño final de las lentes, Aufmuth y su equipo también han desarrollado una máquina que, sin necesidad de electricidad, permite componer y preparar unas gafas listas para su uso en apenas media hora. 

 Sencillo y manejable 

 Todo el material necesario cabe en una caja de 30 x 30 x30 cm pensada para llegar hasta los más remotos lugares. Cada caja contiene 25 tipos diferentes de lentes prefabricadas que varían entre las -6 y las +6 dioptrías. 

 Según explica Aufmuth en su web, las lentes están hechas de policarbonato, una material mucho más resistente que el vídrio o la resina que habitualmente se emplean en la fabricación de las gafas. Muy ligeras, estas lentes se ensamblan fácilmente en una ligera montura de alambre de acero. 

 Para elaborar estos artículos solo es necesaria una formación de 14 días y su coste de producción apenas llega a un euro, por lo que Aufmuth considera que puede ser una buena oportunidad para que miles de personas se ganen la vida. 

 Aunque el coste de cada gafa es reducido, hacerse con el equipamiento completo que permite elaborar 500 gafas cuesta alrededor de 2.400 euros; un importe que, por el momento, OneDollarGlassess está cubriendo a través de donaciones. 

 Según cuenta en su web, Aufmuth tardó varios años en desarrollar una idea que le surgió mientras leía a Paul Polak. "Polak escribía sobre un invento que no existía, unas gafas accesibles para la gente que vive con un dólar al día. Pensé sobre cómo era posible que esas gafas no existiesen aún", señala el físico alemán, que unos días más tarde vio en su ciudad un anuncio de gafas por sólo un euro. ¿Cómo es posible que se puedan comprar gafas a un euro en Alemania y no en los países pobres?", reflexionó. 

 Entonces, comenzó a investigar posibles materiales y formas de ensamblaje, hasta que tres años después, conseguía probar los primeros prototipos en África.


viernes, 26 de octubre de 2012

Javier Marías rechaza el Premio Nacional de narrativa


El escritor dice que aceptar le parecería una sinvergonzonería y desvincula su decisión de la situación política actual. El autor tilda de franquista la orientación del gobierno respecto a la cultura 

 El escritor Javier Marías ha asegurado hoy que no puede aceptar el Premio Nacional de Narrativa por su novela "Los enamoramientos", debido a su "deseo de ser consecuente" con sus propias ideas y decisiones.

 "Hubiera sido una cierta sinvergonzonería aceptar este premio", ha afirmado Javier Marías en un encuentro con la prensa, horas después de que se supiera que había ganado el citado galardón y de que hubiera trascendido también que lo iba a rechazar. 

 Marías agradece "profundamente la gentileza y la generosidad" de los miembros del jurado -cuya composición desconocía- por haber tenido esta novela "en tanta consideración", pero al ser "un galardón institucional, oficial y estatal, otorgado por el Ministerio de Cultura", no le es posible aceptarlo. 

 Desde hace "muchos años" Javier Marías, uno de los escritores españoles de mayor prestigio internacional y cuya obra está traducida a más de 40 lenguas, no ha aceptado "ninguna invitación de los Institutos Cervantes, ni del Ministerio de Cultura, ni siquiera de Universidades públicas o de Televisión Española".

 "Durante todo ese tiempo he esquivado a las instituciones del Estado, independientemente de qué partido gobernara, y he rechazado toda remuneración que procediera del erario público". 

 También había dicho en varias ocasiones que "no podría aceptar premio oficial alguno", en el caso de que se lo concedieran, y eso es lo que ha hecho hoy: rechazar uno de los galardones más codiciados por cualquier novelista. 

 Marías ganó el Nacional de Traducción en 1979, "en la época del presidente Adolfo Suárez, nada menos", y mereció también el Premio de la Comunidad de Madrid en 1998, que sí aceptó. 

 Su decisión de rechazar los premios oficiales y las invitaciones institucionales la fue madurando "poco a poco" a partir de 1995, cuando lo invitaron a un Salón del Libro en París. Marías fue a invitado por el Ministerio de Cultura francés, pero no le gustó la polémica que surgió en la prensa española sobre qué escritores participaban y qué otros quedaron fuera. 

 Detrás de su rechazo a los premios e invitaciones oficiales está el deseo de Marías de que nadie pueda pensar que ha hecho su carrera gracias a subvenciones estatales. 

 Y esa actitud le llevaría también, por supuesto, a rechazar "con más razón" el Premio Cervantes, aunque no cree que haya "ninguna posibilidad" de que se lo concedieran. 

 ¿Ninguna? Marías ha contado hoy que la Real Academia Española lo ha querido proponer como candidato al Cervantes en alguna ocasión, y él les ha pedido a sus compañeros académicos que no lo votaran porque no podría aceptarlo. 

 También ha rechazado este año otro premio dotado con 15.000 euros, del que no dio más detalles. Pero sí bromeó con el hecho de que, en poco tiempo, ha rehusado 35.000 euros (el Nacional de Narrativa está dotado con 20.000) y quizá eso "no sea muy sensato" en estos tiempos que corren. 

 Según le dijeron a Marías al llamarlo desde el Ministerio para comunicarle el premio, algún miembro del jurado del Premio Nacional de Narrativa mencionó la posibilidad de que no lo aceptara, pero, opinó Marías, el jurado debió de pensar que a ellos lo que les competía era elegir el mejor libro del año y no otra cosa. 

 Él es consciente de que es una decisión insólita, pero no ha querido que le pase como a otros escritores, que "se mostraban alejados del poder", pero luego aceptaban un premio nacional. 

 "En este país hay poca memoria para lo que hicieron y nadie se lo ha afeado, y me parece bien. Pero, en mi caso, sería una cierta sinvergonzonería que yo hubiera aceptado este premio, que, además, está dotado con una cantidad decente de dinero", afirmó Marías, antes de insistir en que su postura no tiene "nada que ver con quién gobierne o deje de gobernar". 

 En su opinión "hubiera sido demagógico" decir que sí al premio y donar el dinero" para alguna obra benéfica o cultural. "Creo mejor que ese dinero lo destinen a lo que ellos quieran. Puede que lo destinen a los bancos -dijo con sorna-, pero ojalá fuera a las bibliotecas públicas", que en 2013 no recibirán dinero del estado para comprar libros, algo que tiene "indignado" a Marías . 

 Su decisión es muy antigua, pero ahora, con el gobierno del PP, podría añadir un motivo más para rechazar premios e invitaciones, el de que la cultura "es una de las esferas que han salido más perjudicadas" por el actual gobierno. 

 Marías reconoció que si no hubiera recibido premios en el extranjero, estaría "más deseoso" de que se los otorgaran en España, pero le han dado muchos fuera, y muy importantes, y eso "ha sido suficiente para su vanidad". 

 Detrás de su actitud está también el hecho de que su padre, el filósofo Julián Marías no ganara nunca el Premio Nacional. 

 "Me pareció que si él no lo había recibido, tampoco yo era merecedor", aseguró el autor de "Los enamoramientos", que tampoco entiende cómo no han ganado un premio nacional escritores de la talla de Eduardo Mendoza, Juan Benet, Gil de Biedma o García Hortelano. 

 "Confío en que no se tome mi postura como un feo o un agravio, o como un desagradecimiento. Todo escritor agradece el aprecio por su obra".

jueves, 13 de septiembre de 2012

La Federación Española de Bancos de Alimentos, Premio Príncipe de Asturias


Se ha impuesto en la votación final del jurado a los otros dos finalistas, Plan International y la Organización Internacional de Teletones (Oritel). Había candidaturas de diecinueve nacionalidades. La Federación Española de Bancos de Alimentos dedicará el importe íntegro del premio (50.000 euros) a la compra de alimentos. 

 La Federación Española de Bancos de Alimentos ha obtenido este miércoles el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2012 como exponente de un "esfuerzo internacional solidario para aliviar algunas de las necesidades más apremiantes de la población, hoy agudizadas por la crisis económica". 

 El fallo del jurado, emitido este mediodía en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, reconoce esta concesión a la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que se impuesto en la votación final a los otros dos finalistas, Plan International y la Organización Internacional de Teletones (Oritel). 

 Treinta y cuatro candidaturas de diecinueve nacionalidades aspiraban al premio, el último de los ocho galardones internacionales que convoca anualmente la Fundación que lleva el nombre del heredero de la corona española. 

 Los integrantes del jurado han valorado que "los donantes de alimentos y los voluntarios y organizaciones que los canalizan constituyen ejemplos decisivos y generosos de este esfuerzo altruista en favor de los demás", según recoge el acta. 

 Integrada en la Federación Europea de Bancos de Alimentos, que aglutina un total de 204 bancos de 21 países, la premiada se creó en 1996 para coordinar las actividades de estas organizaciones benéficas sin ánimo de lucro existentes en toda España. 

 La Federación Española de Bancos de Alimentos dedicará el importe íntegro del premio (50.000 euros) a la compra de alimentos para repartir entre los más necesitados, según ha asegurado el presidente de la Federación, José Antonio Busto, quien ha señalado que con ese dinero se pueden adquirir 50.000 kilos de alimentos. 

 Voluntarios en toda España 

 Este organismo cuenta con 52 sedes provinciales en las cuales cerca de 2.000 voluntarios impulsan sus actividades de redistribución de comida, que en 2011 llegó a más de un millón de españoles. La preside José Antonio Busto desde 2010 y distribuyó, en 2011, 104 millones de kilos de alimentos a 1,3 millones de españoles. 

 Además de los citados voluntarios, unas 3.000 empresas privadas colaboran con la federación, así como diversas entidades bancarias. 

 La FESBAL se fundó en 1996 a instancias de los Bancos de Alimentos de España y se encarga de coordinar las actividades de estas entidades que, basadas en el voluntariado, recuperan los excedentes alimentarios y los distribuyen a los más necesitados. 

 Los otros dos finalistas han sido Plan International, convertida desde su nacimiento en 1937 en una organización global que ayuda directamente a más de 1.500.000 niños en 50 países en vías de desarrollo, y la Organización Internacional de Teletones (ORITEL), que aglutina a las fundaciones que organizan telemaratones solidarios en trece países latinoamericanos. 

 Otras candidaturas 

 Además, entre las candidaturas aspirantes al Premio de la Concordia figuraban Sylvia Earle, la Fundación Charles Darwin, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) y World Monuments Fund.  

 Los países procedentes de las 34 propuestas son Alemania, Bangladesh, Canadá, Colombia, Cuba, Ecuador, Egipto, Emiratos Árabes, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Israel, Nicaragua, Países Bajos, Palestina, Reino Unido, Sierra Leona, Turquía y España. 

 Este galardón se concede a aquellas personas cuya labor contribuyan de forma relevante al fomento de la paz, la defensa de los derechos humanos, la libertad, la solidaridad, la protección del patrimonio y en general el progreso de la humanidad. 

 El jurado, que como es habitual en este premio ha estado integrado en su mayor parte por miembros de los patronatos de la Fundación Príncipe de Asturias, incluye la presencia del presidente del Principado, Javier Fernández; el exministro Rodrigo Rato, el expresidente de la Fundación Príncipe de Asturias, José Ramón Álvarez Rendueles; la empresaria Alicia Koplowitz y el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo. 

 El galardón, dotado con una escultura de Joan Miró, 50.000 euros en metálico, un diploma y una insignia, recayó en "los héroes de Fukushima el año pasado y con anterioridad en Manos Unidas, Stephen Hawking, las comunidades sefardíes, Médicos sin Fronteras y Médicus Mundi, la Fundación Americana para la Investigación del Sida, Mensajeros de la Paz y el Rey Hussein I de Jordania. 

 Éste es el último de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se conceden y que este año cumplen su 32 edición, en la que han sido otorgados el de las Artes al arquitecto español Rafael Moneo, el de Ciencias Sociales a la filósofa estadounidense Martha C. Nussbaum, y el de Comunicación y Humanidades al diseñador de vídeo-juegos japonés Shigeru Miyamoto. 

 Además, el de Investigación Científica y Técnica al biólogo británico Gregory Winter y al patólogo estadounidense Philip Roth, el de Cooperación Internacional al Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y el de los Deportes a los futbolistas Íker Casillas y Xavi Hernández.