viernes, 24 de febrero de 2012

Paul Auster cuenta en un vídeo los motivos de su nuevo libro 'Diario de invierno'




Paul Auster (Nueva Jersey, 1947) se escondía del sol mañanero tras unas gafas de sol de tipo aviador. Irónico y siempre sutil, agradece la pausa entre entrevistas de promoción de su último libro Diario de Invierno (Anagrama) para poder atacar un pequeño cigarro holandés con tabaco de Sumatra. Caladas largas, disfruta de un placer “casi prohibido”, como subrayaba mientras bromea con el poco tiempo que tiene cuando visita una ciudad como, en este caso, Barcelona. Extremademente gentil y curioso, pregunta por todo, y le da por hablar bien de los mosquitos de Minessota, bien de la paternidad: “Solo el padre de la hija puede entender ese tipo de amor que surge, como si fuera un enamoramiento apasionado entre ambos, lo dice mi mujer y creo que tiene razón”, sentenciaba ceremonioso Auster. La familia es uno de los temas transversales que atraviesan este Diario de Invierno: “La familia es todavía el centro de la sociedad americana, sin duda, pero eso se está transformando porque la gente no se casa como antes; se ha perdido el sentimiento de sacramento”.

Sobre la oportunidad y el motivo del libro Paul Auster, que publica ahora cuando cumple 65 años, asegura que no sabe “porqué” ha escrito. “Puedo saber cómo, cuándo, quién y qué escribo pero nunca por qué. Creo que nunca un escritor puede contestar a eso”. En esta entrevista, grabada buena parte de ella en vídeo, el autor neoyorquino habla sobre las heridas vitales que se enumeran en Diario de Invierno y si en su balanza pesa más el sufrimiento o el placer ya pasados. “Ambos, placer y sufrimiento cuentan igual en la vida”, indica el autor de Trilogía de Nueva York. Y luego apunta: “Este libro es un libro sobre el cuerpo humano, concretamente sobre el mío, y cuando atraviesas la memoria de heridas y de enfermedades que has sufrido te das cuenta de que por todos lados has recibido, pero no soy solo yo, es una verdad universal”.

Auster no cree que ese particular diario tenga un eje temático concreto, aunque insiste en el placer como leitmotiv y abunda en que “el placer viene por el sexo, por la comida, por sentarte al sol o tomar un baño caliente; pero también hay que tener en cuenta el dolor porque sin uno no existe el otro, hay que contar con ambos”. El escritor asegura que a pesar de estar en edad de jubilación, este libro no es “para hacer balance” ni tampoco “una salvación ni una declaración sobre nada. Solo es un informe sobre el ahora”. Recuerda que empezó a escribirlo el 3 de enero de 2011, “cuando nevaba, nevaba y nevaba en Nueva York” y que lo terminó en primavera, “muy rápido”. De ahí el nombre, Diario de Invierno, aunque admite que el nombre lo ha medio copiado de Franz Schubert y su Viaje de Invierno (que en inglés tienen una sonoridad tremendamente similar). De hecho el título esconde una metáfora que se entiende en la última frase del libro.

Llama la atención el método narrativo escogido por Auster. Es una pieza escrita en segunda persona, vocativa. La idea, según el autor, es conseguir un ritmo musical. “Es una colección de fragmentos, no una biografía”, insiste Auster. “Trato de construir lo que en música se conoce como fuga”. Son varios bloques separados por espacios. Por ejemplo, el compendio de los 21 lugares donde ha vivido durante su dilatada trayectoria. Auster va para adelante y para atrás con maestría, sin mareos, en la línea de sus recuerdos. “En el mundo de la memoria todo es simultáneo”, remata.

Siempre implicado en la política y en cuestiones sociales, sostiene que “ahora es el momento en el cual hay que apoyar más que nunca a Barack Obama”. Admite que ya sabía que cuando le votó que era “un moderado, que no era tan progresista como yo desearía, pero está en el lado adecuado”. El autor de Leviatán reconoce que Obama “se ha equivocado”, pero entonces lanza el contraataque: “Es que si vas al lado opuesto solo encuentras imbéciles del Partido Republicano, totalmente idiotas”. Lejos de detenerse, Auster prosigue: “Sus ideas son una bancarrota, no saben de qué hablan, no tienen nada que ofrecer al país”. Por eso y por su hierático optimismo, el reconocido escritor predice una amplia victoria de Obama en las elecciones presidenciales del próximo noviembre.

En una entrevista anterior con este diario, en 2008, Auster advertía de “una guerra civil cultural”, que cree que sigue viva. Según el autor de El libro de las Ilusiones, el Partido Republicano “está más a la derecha que nunca y más obstruccionista que nunca en el Congreso y siempre remando contra Obama, al que quieren destruir”. La cultura política americana se basa en gran medida en el diálogo entre los grandes partidos y Auster subraya que ahora mismo esto no se da porque “no son razonables”.

Una cosa lleva a la otra. ¿Se acaba la política? ¿Qué opina de los indignados y de Occupy Wall Street? No cree que se acabe la política, ni el capitalismo. Otra cosa es que “es evidente que hay que repensar desde el mundo Occidental, no solo en Estados Unidos, el capitalismo antes de que todos caigamos”. Auster asegura que los movimientos ciudadanos como Occupy Wall Street son “muy significativos” para Europa y Estados Unidos. “Debemos repensar cómo vivimos, desde abajo hasta arriba, en lo económico, lo social, en la educación,…”. Confiesa sentirse “asustado” por el mundo que estamos dejando a nuestros hijos. Le preocupa el alto nivel de paro juvenil en España. Asegura que existe “un horizonte cruel”. Recuerda que la matrícula anual de una buena universidad ronda los 40.000 dólares, “que es más que la renta de una familia mediana”. Los jóvenes empiezan con deudas y eso “pone a una generación entera en un agujero, que se queda sin futuro, y eso es un crimen”.

Auster siente curiosidad por Latinoamérica y asegura que no se atreve a leer su propia obra en castellano pero que sí hojea periódicos en español y le gusta el estilo y las intenciones que se desprenden.

América Latina quiere hablar de drogas


Líderes de Colombia, Brasil, Guatemala, El Salvador y México hacen un llamamiento a EE UU. Por primera vez reclaman la regulación del tráfico de estupefacientes.


El grado crítico de violencia causado por el narcotráfico en Latinoamérica ha metido el viejo debate sobre la legalización de la droga por primera vez en la agenda de presidentes en activo. Los mandatarios de Guatemala y El Salvador, Otto Pérez y Mauricio Funes, han llamado a analizar la opción de regular el comercio del tráfico de estupefacientes, y la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, ha recogido el guante diciendo que no se opondría a un debate “serio y riguroso”. Estos pronunciamientos de líderes centroamericanos refuerzan la línea abierta en noviembre por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que se mostró partidario de legalizar la marihuana y la cocaína si eso permitía “erradicar la violencia del narco”, y consolidan el primer frente gubernamental crítico con la política de prohibición a ultranza comandada por Estados Unidos.

Roto el huevo de la regulación con la declaración conjunta que hicieron Pérez y Funes el pasado lunes 13, el volumen mediático del asunto ha subido tanto que incluso el Gobierno de Felipe Calderón –principal cancerbero de la estrategia estadounidense de fuego y represión penal durante el sangriento sexenio en que ha dirigido México–, a cinco meses de terminar su mandato, ha aceptado la idea de poner el problema sobre la mesa. Su ministra de Exteriores, Patricia Espinosa, reconoció este miércoles que es necesario promover el debate “a nivel internacional”.

Esta incipiente corriente de cambio entre los que mandan ahora en América Latina, a su vez, robustece el sólido movimiento regulacionista que ya formaban algunos de los que mandaban antes, y que, sin sillones presidenciales en juego, embisten de frente contra el modelo que impone Estados Unidos, padrino político y económico de los países más abrasados por el narco. “Su política ha fracasado”, sentenció hace unos días en el Foro Drogas de Ciudad de México el expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso. César Gaviria, exmandatario colombiano y correligionario de Cardoso en la Comisión Global sobre Políticas de Droga (motor del debate entre la élite internacional), se explayó en el mismo congreso contra el veto de Washington al esbozo de un nuevo modelo: “¿Vamos a seguir poniendo nosotros tantos muertos porque ellos no sean capaces de discutir el problema?”.

Los asesinatos y la corrupción institucional se expanden entre el norte de Sudamérica, zona mayoritaria de producción de la droga, y Estados Unidos, centro mundial del consumo, asolando cada vez más la zona intermedia de las rutas del narco: Centroamérica y México.

El Salvador y Guatemala ocupan el segundo y el séptimo puesto en la lista de países con más homicidios publicada en 2011 por la ONU con datos de 2010. Ese año murieron asesinados 66 de cada 100.000 salvadoreños y 41 de cada 100.000 guatemaltecos. Los focos, sin embargo, miran hacia la sangría mexicana, proporcionalmente menor, pero de unas medidas desmesuradas. En los últimos seis años, según cifras oficiales, han muerto 47.500 ciudadanos por crímenes vinculados al mundo del tráfico de drogas, y la tasa de homicidios se ha doblado de 10 a 20 asesinatos por cada 100.000 habitantes con respecto a 2006, final del mandato de Vicente Fox.

El domingo pasado, horas después de que murieran 44 presos en una cárcel de México en un caos salvaje que permitió la fuga de 30 reos del cártel de los Zetas, el expresidente mexicano Ernesto Zedillo, miembro de la Comisión Global, dijo que la situación de su país es “trágica” y denunció que el virus de la narcoviolencia es indesligable de las “políticas equivocadas de los grandes países consumidores”.

El gran consumidor, Estados Unidos, donde según la ONU se concentra el 37% del consumo mundial de coca, se aferra entretanto a su credo prohibicionista. Inmediatamente después del volantazo del exgeneral Otto Pérez, que antes de ganar la presidencia en enero prometía más mano dura y ahora encabeza el cuestionamiento de la guerra contra el narco, la embajada estadounidense en Guatemala soltó un comunicado granítico: “La legalización supondría una amenaza a la salud y a la seguridad pública”. Su esfuerzo global contra el tráfico de estupefacientes, sin embargo, está disminuyendo. El Gobierno de Barack Obama invertirá en 2013 un 17% menos que en 2012 en su batalla global contra el tráfico de drogas, de 422 a 360 millones de euros.

La tradicional estrategia antidroga pierde fuelle económico y cuajo político mientras se aviva por primera vez en las élites de gobierno latinas el enfoque regulacionista, que apuesta por bloquear el motor del crimen haciendo emerger a la superficie legal el submundo comercial de los narcóticos y reorientar el gasto público hacia políticas de prevención del consumo y de tratamiento de las adicciones.

El próximo movimiento podría tener lugar en la Cumbre de las Américas, 14 y 15 de abril en Cartagena de Indias, Colombia. Otto Pérez ha anunciado su propósito de utilizar esta cita como plataforma de lanzamiento formal del debate, Funes ha dado un paso atrás nada más encenderse la polémica, matizando que acepta hablar sobre la regulación pero no la defiende personalmente, y Colombia ha vuelto a entrar en el cogollo de la cuestión con la apuesta de su ministra de Exteriores, María Ángela Holguín, por discutir la cuestión en la Cumbre. Y la reina del tablero, por ahora, sigue enrocada en su casilla.

martes, 21 de febrero de 2012

El regreso de la lucha de clases


La globalización, una mayor desigualdad y la crisis en las clases bajas y medias devuelven el conflicto social al centro del debate en EE UU y Europa


De la mano de la última fase de la globalización, de la creciente desigualdad, de la crisis y del final de un modelo de crecimiento económico, la idea de la lucha de clases está de regreso en Occidente. Y esta vez vuelve de la mano no solo de analistas neomarxistas, sino de un financiero como George Soros, o de sociólogos que han alertado sobre lo que está ocurriendo en estas sociedades occidentales. La idea de lucha, conflicto o guerra de clases vuelve a los análisis. Aunque no en la forma clásica.

Estados Unidos era un país profundamente optimista en términos sociales. Hace tan solo unos años, algunas encuestas indicaban que un 30% de los ciudadanos se consideraba perteneciente al 10% más rico. Hoy, según una reciente encuesta del Centro Pew, un 69% —19 puntos más que en 2009— de los norteamericanos —especialmente entre blancos de ingresos medios— piensa que el conflicto entre clases es la mayor fuente de tensión en su sociedad, claramente por encima de la fricción entre razas o entre inmigrantes y estadounidenses. George Soros, en una entrevista en Newsweek, habla de la “guerra de clases que está llegando a EE UU”. En muchos casos, sin embargo, se confunde conflicto entre clases con conflictos entre ricos y pobres.

Pues la tensión se da entre ricos y pobres o, por precisar, entre muy ricos y muy pobres. El movimiento Ocupa Wall Street y otros centros urbanos se presentan como la defensa del 99% frente al 1% más rico (que en realidad es aún menor). Y es que la desigualdad ha crecido en EE UU y, con ella, como recogía un reportaje de The New York Times, la movilidad social se ha reducido en ese país, debilitándose así la idea de la sociedad de oportunidades.

El filósofo esloveno, marxista (o, más precisamente, como le ha gustado definirse, leninista-lacaniano), Slavoj Zizek, en un artículo en The London Review of Books, aborda este tipo de protestas. “No son protestas proletarias”, señala, “sino protestas contra la amenaza de convertirse en proletarios”. Y añade: “La posibilidad de ser explotado en un empleo estable se vive ahora como un privilegio. ¿Y quién se atreve a ir a la huelga hoy día, cuando tener un empleo permanente es en sí un privilegio?”.

Zizek habla del surgimiento de una “nueva burguesía”, que ya no es propietaria de los medios de producción, sino que se ha “refuncionalizado” como gestión asalariada. “La burguesía en su sentido clásico tiende a desaparecer”, indica. Resurge como un “subconjunto de los trabajadores asalariados, como gestores cualificados para ganar más en virtud de su competencia”, lo que para el filósofo se aplica a todo tipo de expertos, desde administradores a doctores, abogados, periodistas, intelectuales y artistas. Cita como alternativa el modelo chino de un capitalismo gerencial sin una burguesía.

Como señala el economista Michael Spence en Foreign Affairs, los efectos de la globalización en las sociedades occidentales han sido benignos hasta hace una década. Las clases medias y las trabajadoras de las sociedades desarrolladas se beneficiaron de ella al disponer de productos más baratos, aunque sus sueldos no subieran. Pero a medida que las economías emergentes crecieron, desplazaron actividades de las sociedades industrializadas a las emergentes, afectando al empleo y a los salarios ya no solo de las clases trabajadoras, sino de una parte importante de las clases medias, que se sienten ahora perdedoras de la globalización y de las nuevas tecnologías. Ya se ha hecho famosa la pregunta de Obama a Steve Jobs, el fundador de Apple, cuando en febrero de 2011 le planteó por qué el iPhone no se podía fabricar en EE UU. “Esos empleos no volverán”, replicó Jobs. La respuesta no trató solo de los salarios, sino de la capacidad y flexibilidad de producción.

El crecimiento de la desigualdad de los últimos años no es algo únicamente propio de EE UU, sino de casi todas las sociedades europeas, incluida España, a lo que contribuye el crecimiento del paro y se suma la creciente sensación de inseguridad que ha aportado la globalización. Hoy se sienten perdedores de la última fase de la globalización, de la crisis y de las nuevas tecnologías no solo las comúnmente llamadas clases trabajadoras, sino también las clases medias en EE UU y Europa.

Las sociedades posindustriales se han vuelto menos igualitarias. De hecho, EE UU vive su mayor desigualdad en muchas décadas. El sociólogo conservador estadounidense Charles Murray, en su último libro, Drifting apart (Separándose), ha llamado la atención sobre cómo en su país hace 50 años había una brecha entre ricos y pobres, pero no era tan grande ni llevaba a comportamientos tan diferentes como ahora. Los no pobres, de los que hablaba Richard Nixon, se han convertido en pobres. Aunque para Murray la palabra “clase” no sirve realmente para entender esta profunda división. Murray ve su sociedad divida en tribus; una arriba, con educación superior (20%), y una abajo (30%). Y entre ellas hay grandes diferencias de ingresos y de comportamiento social (matrimonios, hijos fuera del matrimonio, etcétera).

Otros añaden la crisis que en ambos lados del Atlántico están atravesando las clases medias. Refiriéndose a Francia, aunque con un marco conceptual que se aplica perfectamente a otras sociedades como la española, el sociólogo francés Camille Peugny, en un libro de 2009, alertó sobre el fenómeno de “desclasamiento”, un temor a un descenso social que se ha agravado con la crisis que agita no solo a las clases populares “que se sienten irresistiblemente atraídas hacia abajo”, sino también a las clases medias “desestabilizadas y a la deriva”. El desclasamiento, generador de frustración, se da también como un factor entre generaciones.

Y tiene efectos políticos. Según Peugny, los desclasados tienden a apoyar el autoritarismo y la restauración de los valores tradicionales y nacionales. Producen una derechización de la sociedad, frente a una izquierda que sigue insistiendo en un proceso de redistribución de la riqueza y las oportunidades que ya no funciona. Está claro que, en Francia, una gran parte del voto al Frente Nacional de Marine Le Pen, que le come terreno a Sarkozy, proviene de lo que tradicionalmente se llamaba clase obrera. O, ahora, de esa nueva clase en ciernes que algunos sociólogos llaman el precariado, pues las categorías anteriores ya no sirven.

En otras sociedades pueden darse otras reacciones. Así, en la Grecia castigada, las encuestas muestran que tres partidos de extrema izquierda (Izquierda Democrática, el Partido Comunista y Syriza) suman entre ellos 42% de la intención de voto, mientras los socialistas del Pasok (8%) se han derrumbado y Nueva Democracia domina el centro-derecha con un 31%.

Por primera vez en estos últimos años, la globalización, con el auge de las economías emergentes, especialmente China, está afectando no ya a los salarios de la clase baja, sino también a los empleos y remuneraciones de las clases medias de las economías desarrolladas. También con consecuencias políticas. Francis Fukuyama, que se hizo famoso con su artículo sobre “el fin de la historia” y el triunfo de la democracia liberal, ahora, en una última entrega sobre “el futuro de la historia”, también en Foreign Affairs, se pregunta si realmente la democracia liberal puede sobrevivir al declive de la clase media. “La forma actual del capitalismo globalizado”, escribe quien fuera uno de sus grandes defensores, “está erosionando la base social de la clase media sobre la que reposa la democracia liberal”. Tampoco hay realmente una alternativa ideológica, señala, pues el único modelo rival es el chino, “que combina Gobierno autoritario y una economía en parte de mercado”, pero que no es exportable fuera de Asia, afirmación que resulta cuestionable. Pero coincide con algo de lo que vienen alertando también otros intelectuales, como Dani Rodrik, que plantean ya abiertamente dudas sobre las virtudes de la globalización en su actual conformación.

El peligro del ‘precariado’

Hace ya algún tiempo, la Fundación Friedrich Ebert (socialdemócrata) había desarrollado el concepto de precariado, referido a un estrato social, dentro del proceso de transformación posindustrial, cada vez más desconectado del resto de la sociedad alemana y que elaboraron también politólogos como Frans Becker y René Cuperus. A menudo, son gente que vive en familias monoparentales y sufren enfermedades crónicas. No votan ni emiten votos protesta y desconfían de las instituciones políticas.
Recientemente, Guy Standing, catedrático de Seguridad Económica de la Universidad de Bath (Reino Unido), publicó un libro en el que desarrolla su análisis sobre lo que califica como una “nueva clase peligrosa”.
Para Standing, esta nueva clase había estado creciendo como una realidad escondida de la globalización —que ha supuesto una nueva Gran Transformación— que ha llegado a la superficie con la crisis que se inició en 2008. El sociólogo británico lo ve como un “precariado global” de varios millones de personas en el mundo que carecen de todo anclaje de estabilidad. No es parte de la “clase obrera” ni del “proletariado clásico”, términos menos útiles cuando la globalización ha fragmentado las estructuras nacionales de clase. Es una clase en creación, formada por un número creciente de personas —Standing calcula que una cuarta parte de los adultos de las sociedades europeas se pueden considerar precariado— que caen en situaciones de precariedad, que supone una exclusión económica y cultural. La caída en el desempleo y la economía sumergida es parte de la vida del precariado. También sus diferencias en formación con la élite privilegiada y la pequeña clase trabajadora técnicamente instruida.
Son “nómadas urbanos” que no comparten una identidad por el tipo de ocupación, pues esta cambia, pero sí por cuatro características: “La ira, la anomía, la ansiedad y la alienación”. No son solo jóvenes, sino que también mayores engrosan sus filas ante la crisis del sistema de pensiones. Y son personas que a menudo han tenido que romper con sus lugares de origen, adaptarse constantemente a nuevos entornos, a un coste psicológico elevado. Según Standing, es una “clase peligrosa” pues es pasto de todo tipo de populismos y extremismos, incluido el nacionalismo exacerbado, el proteccionismo y el antieuropeísmo. Por lo que se requieren medidas para evitar que siga creciendo.

Los Premios de la Música se suspenden

La SGAE no puede asumir ahora su celebración y quiere implicar a todo el sector. La idea es lograr una Academia y unos galardones como los del cine.


En plena refundación y a las puertas de sus elecciones (en abril), la SGAE ha suspendido este año Los Premios de la Música, que desde hace 16 ediciones celebraba alrededor del mes de marzo. En realidad es la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música quien se ocupaba del certamen, pero dicho ente dependía de la sociedad de autores y estaba presidido hasta el año pasado por Eduardo Teddy Bautista. Hoy ocupa ese puesto Sabino Méndez, portavoz también de la junta directiva de la SGAE, que ha confirmado que, de celebrarse, no será antes del mes de noviembre.

¿Por qué? El motivo principal es el desbarajuste que ha habido en la SGAE en los últimos meses por el escándalo de corrupción que destapó la operación Saga y que terminó con la imputación del propio Bautista, entre otros. La SGAE no está hoy para premios ni para tomar decisiones, y en principio había decidido cancelar el certamen hasta que se aclare su futuro y su nueva directiva tome las riendas.

Sin embargo, existe cierto interés en el sector desde hace tiempo en que los premios y la Academia se refunden y el evento se transforme en algo así como los Goya de la música. La repercusión que conseguía este evento en los últimos años era irrelevante comparada con la notoriedad que obtenían el mismo tipo de celebraciones de otras disciplinas artísticas. Este ha sido un debate que ha acompañado cada año a los Premios de la Música.

“Estamos reformando la Academia, que hasta ahora solo era una herramienta para proponer premios. Queremos que sea como la del cine. Que no implique solo a la SGAE y que integre a todos los estamentos de la música. Evaluamos cómo se puede hacer y el tiempo que tenemos. Queremos que los próximos premios los haga la nueva Academia. El problema es que ya es febrero. Así que está claro que en abril, desde luego, no serán”, explica Sabino Méndez, presidente de la Academia de la Música y portavoz de la Junta directiva de la SGAE.

La industria musical ha visto siempre con cierto recelo los Premios de la Música. Discográficas, promotores y sellos independientes estaban un tanto excluidas del evento y cada uno ha ido celebrando sus propios certámenes. Muchos lo han conisderado simpre un chiringuito de la SGAE. Por eso, la sociedad busca ahora rediseñarlos para convertir el asunto en algo más parecido a los Grammy, con una mayor proyección. “Buscamos la posibilidad de tener un gran escaparate. Además, hasta ahora, todo el presupuesto de la Academia se iba para los Premios de la Música. Queremos que también sea para formación, difusión, ayudas… el modelo es el de la Academia de cine, el de una academia real”, insiste Méndez.

Se busca un certamen que también implique al público a través de votaciones y que ofrezca un tipo de espectáculo televisivo más atractivo. Más rápido y popular. El ejemplo siempre es el mismo: “el premio a la mejor canción en bable no es muy seductor”. Además, la patronal de las discográficas (Promuiscae), que tampoco celebra ya los Premios Amigo, estaría a favor de implicar a artistas internacionales. “Hemos hablado con AIE para buscar un modelo de premios más atractivo para atraer al público. Con más visibilidad, tipo Grammy... Si se hace así, participaremos. Se estaba hablando de refundar la Academia, pero estamos a la espera de un planteamiento”, explica Guisasola. La patronal apuesta porque se reconozca la repercusión comercial de los artistas, sus ventas, su potencia en el mercado. Además, como todos los consultados, Promusicae señala a la Academia del cine como referente a tener en cuenta en la refundación. “Queremos una institución que tenga su propio local, que opte a subvenciones, organice seminarios, esudios... Un ente autónomo, vaya”, insiste Guisasola.

La tarea es complicada, porque las discográficas independientes ya tienen sus premios UFI (Unión Fonográfica Independiente) e incluyen muchísimas categorías. Difícilmente estos galardones dejarían de entregarse para integrarse en un evento más comercial, pero la asociación que aglutina a todos estas pequeñas empresas está dispuesta a estudiar alguna fórmula. “Me parece muy bien. Pero es muy difícil que nos juntemos todos. La UFI es solo para independientes, por eso tenemos como 35 premios distintos y no todos cabrían. Algo se puede hacer para integrarnos. Lo que no pasará es que los más importantes que tenemos, como mejor fotografía, vayan a entrar en ese tipo de evento”, explica Mark Kitcatt. De momento, no hay Premios de la Música.

domingo, 19 de febrero de 2012

Un Papa rodeado por lobos


Intrigas y luchas de poder preparan la sucesión de un Benedicto XVI solo y enfermo


Cuentan que a Juan Pablo II le preguntaron en cierta ocasión: “Su Santidad, ¿cuánta gente trabaja en el Vaticano?”. A lo que el polaco Karol Wojtyla, Papa entre 1978 y 2005, contestó con ironía: “Más o menos, la mitad…”. Ahora ya sabemos —siguiendo una broma que en realidad no lo era ni lo es tanto— a qué se dedica la otra mitad. De unas semanas a esta parte, el Vaticano vive conmocionado por una serie de filtraciones de documentos secretos que han llevado al portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, a admitir que la Iglesia está sufriendo su particular Vatileaks. La publicación de una denuncia interna sobre corrupción y de un extraño complot para matar a Benedicto XVI dejan al descubierto las descarnadas luchas de poder ante la posible inminencia del fin de su papado. Aunque representante de Dios en la Tierra, Joseph Ratzinger es en realidad un hombre enfermo a punto de cumplir 85 años. En expresión de L’Osservatore Romano, “un pastor rodeado por lobos”.

Los lobos, aunque se vistan de púrpura, se excitan con la sangre. Y el pastor Ratzinger ya avisó hace dos años —en una entrevista de Peter Seewald convertida en libro— que “cuando un Papa alcanza la clara conciencia de no estar bien física y espiritualmente para llevar adelante el encargo confiado, entonces tiene el derecho y en algunas circunstancias también el deber de dimitir”. ¿Piensa Benedicto XVI dar un paso atrás coincidiendo con su 85 cumpleaños —el 16 de abril— o con el séptimo aniversario —tres días después— de su papado?

Tal vez solo él y Dios lo sepan, pero lo que sí parece estar muy claro es que, ante tal posibilidad, los candidatos a sucederle se han puesto a luchar como hombres para un puesto divino. Y, por afinar un poco más, como hombres italianos. Tanto los apellidos que ilustran esta historia de intrigas y golpes bajos como las armas elegidas para el duelo son puramente locales. Hay además una razón de peso. La silla de Pedro lleva siendo ocupada por un extranjero desde 1978. ¿No es hora de ya de que el Espíritu Santo vuelva su mirada hacia un cardenal italiano en la próxima reunión de la Capilla Sixtina?

La lucha de poder en el seno de la Iglesia se está dirimiendo —de forma inédita y dolorosa para muchos verdaderos hombres de fe— en las páginas de los periódicos. Como si se tratase de la última filtración sobre los zafios escándalos de Silvio Berlusconi. El primer golpe llegó con la divulgación, a través de un programa de televisión, de una carta del arzobispo Carlo Maria Viganò, actual nuncio en Estados Unidos, en la que le contaba al Papa diversos casos de corrupción dentro del Vaticano y le pedía no ser removido de su cargo como secretario general del Governatorato —el departamento que se encarga de licitaciones y abastecimientos—. Viganò, sin embargo, fue enviado lejos de Roma. La segunda filtración destapaba un supuesto complot para matar al Pontífice. El periódico Il Fatto Quotidiano publicó una carta muy reciente enviada a Benedicto XVI por el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos en la que le contaba que el cardenal italiano Paolo Romeo, arzobispo de Palermo (Sicilia), había realizado un viaje a China durante el cual habría comentado: “El Papa morirá en 12 meses”. Pero no solo eso. Según la carta del obispo colombiano, escrita en alemán y bajo el sello de “estrictamente confidencial”, el arzobispo de Palermo se había despachado a gusto en China contando supuestos secretos del Vaticano tales como que el Papa y su número dos, Tarcisio Bertone, se llevan a matar y que Benedicto XVI estaría dejando todo atado y bien atado para que su sucesor al frente de la Iglesia fuese el actual arzobispo de Milán, el cardenal Angelo Scola.

¿Qué hay de verdad y de mentira en tales confidencias que ven la luz ahora? Tal vez nada a partes iguales. Quizás lo único cierto es que un sector de la curia vaticana, la casta de diplomáticos pontificios, considera que el actual Papa ha ido demasiado lejos al promover la transparencia en los dineros de la Iglesia y al cortar de un tajo la permisividad con los abusos a menores. Demasiado lejos y demasiado rápido para quien, a fin de cuentas, es un alemán de 85 años, enfermo y solo, perdido en un laberinto ajeno de intrigas y golpes bajos. Durante 26 años, reinó sobre el Vaticano un Papa polaco, experto en relaciones públicas. Desde hace siete, un introvertido Papa alemán. Da la impresión de que Italia ha iniciado la reconquista de la silla de Pedro.

sábado, 18 de febrero de 2012

Atacada la galería que muestra fotografías de Bruce LaBruce


La Fresh Gallery exhibe retratos de famosos en poses de contenido sexual e imaginería religiosa. La policía ha retirado dos botellas cargadas de pólvora y combustible que no han llegado a explotar. Un centenar de personas se ha manifestado por la tarde contra la exposición frente a la galería


Los caminos del arte son inescrutables. Y en según qué casos, sus consecuencias, también. La Fresh Gallery, sala madrileña situada en pleno barrio de Salamanca, sufrió un ataque ayer que, según todos los indicios, guarda relación con la muestra de fotografías del cineasta Bruce LaBruce inaugurada el jueves. La exposición Obscenity mezcla modelos famosos, cierto tono erótico e imaginería católica. Una de esas fotografías muestra a la cantante Alaska y su marido, Mario Vaquerizo, representando una versión libre de La Piedad. Precisamente por esta imagen, la cadena COPE (propiedad del episcopado) despidió fulminantemente a Vaquerizo, que colaboraba en el programa de fin de semana de una de sus periodistas estrella, Cristina López Schlichting.

“Nos acaba de llamar la policía y nos ha dicho que han roto las ventanas de la galería y han tirado un cóctel molotov dentro, que afortunadamente no ha llegado a explotar”, explicaba Topacio Fresh, propietaria de la galería a primera hora de la tarde.

La policía había sido alertada poco antes del riesgo de dos objetos potencialmente explosivos: dos botellas de dos litros rellenas de pólvora, petardos y combustible sin especificar. Los agentes de desactivación de explosivos (TEDAX) las retiraron de urgencia. Se habían preparado para estallar al atravesar la ventana del comercio, pero la mecha no funcionó.

“Da la casualidad de que esta tarde a las 19.30 había convocada frente a la galería una concentración de protesta del partido Alternativa Española (AES). Nosotros no queremos acusar a nadie, pero nos parece algo más que una coincidencia”, afirmó Topacio Fresh. Si el ataque se hubiese dado, añadió, “con 300 personas dentro de la galería, podría haberse montado una tragedia”. El lanzamiento de los artefactos se produjo mientras el local estaba cerrado, por lo que ningún trabajador ni cliente resultó afectado.

Pocas horas después, unos 100 miembros y simpatizantes del partido derechista Alternativa Española se reunieron ante el edificio en el que se aloja la galería para protestar por la exposición. Al grito de “No más blasfemias” y entre pancartas con mensajes religiosos, criticaron la muestra, que incluye también una foto de la acrtiz Rossy de Palma ataviada como una religiosa.

Asunción López Peláez, de 70 años, aseguraba que ni conocía la agresión ni estaba de acuerdo con ella. “Pero es que ellos han empezado algo muy gordo. A mí no me gustan los gais, pero no los ataco”, decía. Irauza Casteli, de 19 años, explicaba que ni aprueba ni condena el intento de quemar la galería. “Los que atacan con fuego reciben fuego”, decía en referencia a las imágenes de la exposición, que definió como “blasfemas”. Mientras, algunos visitantes seguían entrando en la galería.

“Cierro a las siete porque no quiero ver ese espectáculo de fuera”, explicaba el director de la sala, Israel Cotes. “Que pasen cosas de estas todavía es increíble”, comentaba señalando la ventana rota por la que los agresores intentaron introducir los objetos incendiarios. “Te sientes indefenso”, concluía. Hacia el final de la manifestación, dos amigos del galerista abandonaron el edificio para acercarse a la protesta portando lienzos con pinturas de mujeres desnudas. Algunos manifestantes respondieron y la policía intervino para evitar mayores conflictos.

Una tarde en París con Bruce


Springsteen vuelve a las raíces con su nuevo álbum 'Wrecking Ball'. La primera ciudad europea en poder escuchar en directo el disco será Sevilla (13 de mayo)


Una wrecking ball es una bola de las que se emplean, aprovechando la inercia, en la demolición de edificios decadentes, estructuras arcaicas y tótems innecesarios. No parece demasiado casual, dados los tiempos y las costumbres que vivimos, que Bruce Springsteen haya adoptado esa expresión anglosajona para dar nombre a su nuevo álbum —preludio de su gira mundial con la E Street Band—, que ayer fue desvelado a la prensa en París.

El evento vino a ser un apéro sonoro, una audición controlada del disco que Columbia Records pondrá a la venta el 6 de marzo y del que ya pudimos degustar We Take Care of Our Own. Sobre el escenario del Teatro Marigny, un Springsteen en plena forma —generoso en las confidencias y propenso a la chanza— en diálogo con 160 periodistas, que luego se transformarían en turbamulta con sed de más declaraciones y memorabilia fotográfica. Animando —casi acaparando— el encuentro, el actor y presentador Antoine de Caunes, figura señera del periodismo musical francés.

Al abordar la génesis del álbum, Springsteen habla de la ira, "del desastre financiero que se llevó las casas, los trabajos y la autonomía de las familias" en 2008-2009 en EE UU, y cómo "nadie asumió responsabilidades", Eso provocó, dice, "una falla que partió el sistema americano". Por eso, afirma, "en el rock and roll, nunca te equivocas cuando estás cabreado".

En el tema We Take Care of Our Own, (en inglés, "Nos cuidamos a nosotros mismos"), lo que podría parecer una afirmación es en realidad un interrogante-toque de atención. "Eso es lo que debería haber pasado, pero no lo que sucedió", afirma el rockero. "Siempre estoy midiendo la distancia entre el sueño americano y la realidad. Esa canción formula la pregunta, a la que el resto del disco intenta dar respuesta".

Ciertamente, la sensación que retiene el oyente del álbum es la de estar escuchando una explosión rockera con abundantes referencias políticas, notas de espiritualidad y llamadas a la demolición constructiva. El Jefe ha puesto mucho énfasis en la potencia —ritmos robustos, cuerdas duras y letras comprometidas—, como si quisiera elevar los corazones y llamar a la acción en tiempos de penuria.

Así, en Death to my Hometown se habla de la muerte en una ciudad simbólica —la polis ubicua— donde no hicieron falta "ni bombas ni cañonazos ni dictadores", porque ya hicieron el trabajo sucio "los buitres" que "destrozaron nuestras familias" y los "ladrones avariciosos".

En Jack of All Trades se menciona, en la misma línea, al "banquero que engorda" y al trabajador menguante, para entonar a continuación la visión de que "hay un nuevo mundo en marcha" y confesar que "si tuviera una pistola, dispararía a los bastardos". Con ese contexto, es inevitable preguntar a Bruce Springsteen su valoración sobre la evolución de políticos como Barack Obama, que incluyó su tema We Take Care of Our Own en la lista de reproducción oficial de su campaña electoral.

El artista no tiene reparos en decir que el presidente de EE UU "ha sido más amigo de las grandes corporaciones de lo que me habría gustado" y que le hubiera gustado ver "más activismo en la creación de empleo" y en la gestión del drama de las ejecuciones de préstamos hipotecarios y la consiguiente ola de desahucios por impago.

Ese vigor y esas letras no son obstáculo para la elección de una armonización buenrrollista, en la que predominan las tonalidades mayores, la instrumentación folk, los cánticos del Victorious Gospel Choir (que, por momentos, anima a ponerse de pie a la congregación), e incluso un tema — You've Got It— con una llamada inequívoca a la sensualidad.

De hecho, Springsteen asegura en Land of Hope and Dreams necesitó "algo muy espiritual", una manera de transmitir "ira"... constructiva. "Quizá se debe a que crecí en un entorno católico", reflexiona. Wrecking Ball también tiene un significado especial para Springsteen y la E Street Band, ya que e trata del primer álbum publicado tras el fallecimiento del saxofonista Clarence Clemons, cuya maestría adorna los temas Wrecking Ball y Land of Hope and Dreams.

El álbum cuenta también con la colaboración de Tom Morello, guitarrista de Rage Against The Machine, en los temas Jack of All Trades y This Depression. Matt Chamberlain, exbatería de Pearl Jam, interviene en You've Got It, mientras que la voz de Patti Scialfa, miembro de la banda y esposa de Springsteen, ofrece un dulce y contrapunto a las voces de gospel.

La primera ciudad europea en poder escuchar en directo el álbum será Sevilla (13 de mayo), a la que seguirán Las Palmas, Barcelona, San Sebastián y Madrid. La llamada musical a la acción que encarna Wrecking Ball encaja con el escenario elegido para la presentación el álbum: el Teatro Marigny, situado a pocos metros de dos avenidas que honran, respectivamente, al expresidente norteamericano Franklin D. Roosevelt, padre del New Deal, y al general Eisenhower, el mismo que alertó, hace medio siglo, del complejo industrial-militar y el peligro del "avance desastroso del poder en manos equivocadas".

Buen contexto para un disco que pone su granito de arena para armar la banda sonora del inconformismo con temas que agitan el cuerpo, levantan el alma y activan al ciudadano.

Muere Enrique Sierra, exmiembro de Radio Futura


El músico era coautor de himnos generacionales como ‘Escuela de calor’


El guitarrista Enrique Sierra ha fallecido hoy en Madrid a la edad de 55 años, según han informado fuentes familiares. Sierra era integrante, junto a los hermanos Santiago y Luis Auserón, del grupo Radio Futura, una de las bandas españolas más influyentes de los años ochenta.

Músico coherente, empeñado en explorar nuevos caminos, perteneció con solo 19 años a Kaka de Luxe, un grupo efímero pero que funcionó como un vivero de figuras de la llamada Movida Madrileña, como Alaska, Nacho Canut, Manolo Campoamor, Fernando Márquez (El Zurdo) y Carlos Berlanga.

En 1995, con el lanzamiento del álbum Mentiras junto a la banda Los Ventiladores, inició su carrera en solitario, después de que Radio Futura se disolviera en 1992. Sierra llevaba 12 años junto a los Auserón (a los que conoce en 1978).

En Radio Futura compuso y tocó la guitarra en himnos generacionales como Escuela de calor, La estatua del jardín botánico, Annabel Lee, 37 grados o La negra flor.

“Mi relación con el pasado es prácticamente el olvido”, declaró Sierra en una entrevista con EL PAÍS en 1995. Tres años después fundaría junto a su pareja, Pilar Román, y con Luis Auserón, la banda Klub, donde abordaría la fusión entre el rock y sonidos electrónicos. "En Klub, cuando tengo una idea no cojo la guitarra. Me pongo en el ordenador y el resultado está más cerca de lo que oía en mi cabeza", declaró a Diario16.

En su faceta como productor e ingeniero de sonido llegó a ganar dos premios Grammy Latinos con discos de Rosario Flores (en 2002 con el elepé Muchas flores y en 2004 con De mil colores)

martes, 14 de febrero de 2012

Nace otro bebé en Sevilla que salvará a su hermano tras una selección genética


Estrella curará a Antonio de una enfermedad que le impide generar sangre en la médula ósea


Vida doble. Esta es la principal consecuencia del nacimiento de Estrella, el segundo bebé nacido tras una selección genética para salvar a su hermano Antonio, que sufre una enfermedad que le causa la eliminación de las células que generan sangre en la médula ósea y que se denomina aplasia severa.

Antonio padre, de 28 años, es cocinero en un hotel y vive con su esposa Melania, de 27 años, en Churriana de la Vega (Granada). Son una pareja joven y desde el sábado están “llenos de alegría" porque tienen a su niña y porque su niño "se va a salvar”. Hace tres años que le diagnosticaron al pequeño Antonio la aplasia severa. El único tratamiento que existe para curarse es un trasplante de un familiar, genéticamente igual que él o de un perfil compatible, pero no existía. Hasta el sábado, que fue cuando nació el bebé tras una selección genética en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

El alumbramiento de Estrella, que ha pesado casi tres kilos y medios tiene los ojos y el pelo negro. Nada que ver con su hermano Antonio, rubio y con los ojos azules. Es el segundo nacimiento de estas características que se produce en España y también en el Virgen Rocío. Ha estado asistido por el equipo de la Unidad de Gestión Clínica de Genética, Reproducción y Medicina Fetal que dirige Guillermo Antiñolo. “El embarazo ha sido normal y el parto por cesárea. Ahora estamos pendiente de que el trasplante se realice con éxito”, ha explicado Antiñolo. Por el momento no hay ninguna fecha establecida para la operación.

Con la aprobación en 2006 de la Ley de Reproducción Humana Asistida, cuestionada por los obispos, Andalucía se convirtió en la primera comunidad en recoger el Diagnóstico Genético Preimplantatorio como un derecho incluido en la cartera de servicios de la sanidad pública.

Esta técnica se lleva a cabo en tratamientos de reproducción asistida y consiste en implantar a la madre, después de una selección genética, embriones compatibles con los de su otro hijo para que el futuro niño pueda aportar células madre con las que intentar curar la enfermedad del hermano mayor.

La Unidad de Genética, Reproducción y Medicina Fetal del Virgen del Rocío logró en 2008 que una pareja tuviera un hijo libre de la enfermedad hereditaria y con idéntico perfil de histocompatibilidad (HLA), con lo que era el donante idóneo para posibilitar su curación mediante el trasplante de cordón umbilical. Ese nacimiento fue el primero de niños seleccionados genéticamente en España para curar a su hermano. Hasta entonces, los tratamientos de reproducción asistida se habían realizado en el extranjero. “Este tratamiento es posible en un sistema sanitario con el nuestro, el hecho de que una familia humilde es la que ha tenido esta posibilidad en un sistema público, es un valor añadido, ya que estas operaciones son muy complejas técnicamente, y que una familia humilde tenga las mismas posibilidades que la familia de un banquero pone en valor nuestro sistema sanitario”, apostilla la Consejera de Salud de Andalucía, María Jesús Montero.

Desde hace un año y medio Melania tuvo que dejar de trabajar para dedicarse a cuidar a Antonio, ya que todos los jueves tiene que ir al materno infantil del hospital Virgen de las Nieves (Granada) para que le pongan plaquetas, sangre… “Él lo sabe todo y está acostumbrado al tratamiento. Lo que peor lleva son los pinchazos”, cuenta Antonio padre. De momento tienen el donante, ya solo falta que los médicos decidan cuando será el trasplante. “Llevamos dos años sufriendo muchísimo, ahora lo que tenemos es alegría y ganas de ver a nuestros hijos en el colegio llevando una vida normal”, aclara Antonio lleno de felicidad.

Irán contra San Valentín


Teherán prohíbe a las tiendas la venta de rosas rojas y tarjetas de felicitación


A los ayatolás no les gusta San Valentín. Las autoridades iraníes prohibieron la venta de tarjetas de felicitación alusivas a San Valentín y otros productos en forma de corazón y advirtieron que aquellos que los compraran serían castigados. Con estas medidas, el régimen pretende evitar “la propagación de la cultura occidental”. “Nos dijeron que si vendíamos rosas rojas nos cerrarían”, afirmó la dueña de una florería al norte de Teherán.

Las tensiones entre Irán y Occidente sobre el programa nuclear del régimen islámico han crecido en los últimos meses. Washington y sus aliados acusan a Teherán de utilizar la tecnología para construir armas nucleares. El Gobierno de Mahmud Ahmadineyad niega esas afirmaciones. Los países occidentales han respondido con escepticismo y han impuesto duras sanciones sobre la nación persa, que han tenido un profundo efecto negativo en su economía.

Pero incluso a pesar de las sanciones y de la prohibición del régimen, muchas tiendas de la capital iraní estaban decoradas con listones rojos y velas para atraer a clientes jóvenes, que, en su mayoría, compraban tres rosas rojas: una por cada palabra de la frase I love you, en inglés. Los globos en forma de corazón y los ositos de peluche son populares entre los jóvenes iraníes, según afirmó la dueña de la florería, que pidió el anonimato. “Estoy segura de que, como en años pasados, agotaremos las rosas rojas”, añadió.

El Día de San Valentín ha incrementado su popularidad en Irán en los últimos años y cada vez menos jóvenes tienen miedo en desafiar la prohibición. “Es un día que se ha ganado un lugar entre los jóvenes iraníes”, asegura la empleada Navazesh, de 21 años, que se negó a dar su apellido. Y el éxito de la fecha es una muy buena noticia para los negocios iraníes, golpeados por las sanciones y una inflación de por lo menos un 20% (según cifras oficiales). La economía iraní se basa en un 60% de las ventas de petróleo y el país depende de las importaciones de alimentos; importa hasta un 45% del arroz que consume, por ejemplo.

No obstante, muchos restaurantes en el norte de Teherán —la zona chic de la ciudad— ofrecían menús especiales y música en vivo para atraer a la clientela. Uno de ellos, incluso, prometía fuegos artificiales. Mehran, estudiante universitario de 27 años, dijo no estar de acuerdo con la prohibición gubernamental. Como muchos jóvenes, Mehran toma este día como una oportunidad de divertirse en el Irán islamista. Otros iraníes, sin embargo, opinan que no es necesario celebrar San Valentín puesto que otros festejos musulmanes también celebran el amor y la amistad. “Esta fecha ha sido inventada por los comerciantes”, comentó Mohamed Sarkari, un funcionario del Gobierno iraní de 47 años. Los más radicales aseguran que el Día de San Valentín es parte de la “guerra fría” que, en su opinión, Occidente libra contra su país. Las generaciones más jóvenes de iraníes están muy familiarizados con la cultura occidental, gracias a Internet. “Solamente quiero vivir como cualquier otro joven en el mundo”, dijo el estudiante de instituto Reza Khorkavi.

Algunos nacionalistas han sugerido sustituir la celebración de San Valentín con el festejo del Mehrean, un festival cuya celebración se remonta a la Persia antigua. Mehr significa en farsi amistad, cariño o amor.

Por otra parte, la oposición iraní ha convocado este martes una manifestación en protesta del arresto domiciliario de dos de sus líderes, el excandidato presidencial Mir-Hosein Musaví y Mehdi Karubi.