sábado, 31 de marzo de 2012

Interruptores en huelga


La Torre Eiffel, la Alhambra o la ópera de Sidney se quedarán a oscuras el 31 de marzo para alertar sobre el cambio climático


Las 20.30 es la hora marcada para que edificios repartidos por todo el mundo como la casa de la cultura de Don Benito, en Badajoz, y la ópera de Sidney, en Australia, apaguen sus luces, durante la celebración de La hora del planeta, evento multitudinario que organiza la ONG ecologista WWF. Se calcula que casi 2.000 millones de personas en todo el planeta secunden los apagones simbólicos en sus hogares para apoyar este evento, que cada año gana más adeptos en su lucha contra el cambio climático.

Sigur Ros fueron los primeros. Allá por el mes de junio de 2011, el grupo musical islandés anunció que cedía la canción Hoppípolla para que sirviera de banda sonora a La hora del planeta , la campaña de difusión mundial contra el cambio climático que emprende todos los años el World Wide Fund for Nature (WWF) y que en este 2012 tendrá lugar el próximo domingo 31 de marzo. España es uno de los países que más personas, administraciones y empresas moviliza en torno a la iniciativa, que tiene su punto álgido entre las 20.30 y 21.30 horas, momento en el que se produce un apagón simbólico de cientos de edificios en todo el país.

Si Sigur Ros fueron los primeros en sumarse a la campaña de 2012, a Sidney y a dos millones de australianos les corresponde el honor de ser los pioneros, en 2007, de la iniciativa. De una ciudad hace seis años se ha pasado a miles de ellas en 140 países, de las que el nuestro aportará más de doscientas. Estas fueron las que participaron el año pasado, pero Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España, comenta con entusiasmo que “para este año ya hemos conseguido que se sumen todas las capitales de provincias, pero lo más importante es que no somos nosotros los que tenemos que animarles a participar, hay muchas ciudades y empresas que hacen la campaña suya y promueven actos e iniciativas que involucran a decenas de miles de personas, desde empleados a usuarios”.

La participación es de lo más variopinta y tiene un amplio recorrido en las redes sociales. Pull and Bear ha diseñado y vende la camiseta oficial de La hora del planeta, cuyos fondos se destinan a WWF en su lucha contra el cambio climático. Vodafone enviará un millón de SMS a sus clientes invitándoles a participar en la cita. Tetra Pak ha creado el perfil Mister Pak en Facebook con un concurso para colgar “compromisos o ideas sostenibles que sirvan para hacer del planeta un lugar mejor”; además apagará las luces de todos sus letreros luminosos de sus instalaciones en Arganda del Rey (Madrid) durante todo el fin de semana. NH Hoteles dejará a oscuras las fachadas de 312 hoteles en todo el mundo. El Grupo PRISA difunde a través de todos sus medios de comunicación la campaña.

Pedro Gómez, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona, subraya la importancia de este tipo de eventos, principalmente porque “inciden en el paso de un exceso de consumo y de producción absurdos de energía hacia una sociedad más sostenible, y sirve para que cada vez haya más personas que apaguen la luz cuando salen de una estancia, no mantengan encendido el piloto de stand-by de los electrodomésticos o sepan que un frigorífico de clase A de los más eficientes se amortiza en menos de tres años”. Y también hay un mensaje para las empresas: “En muchas ocasiones han llevado la delantera en cuestiones de ahorro y eficiencia energética porque mejora sus cuentas de resultados, pero hace falta un esfuerzo mayor, especialmente en el transporte y la edificación”.

El espaldarazo de la ciencia a la cita mundial del WWF es otro síntoma de su trascendencia, y quien mejor lo representa es Ene. Museo Nacional de la Energía, que complementará el apagado completo de las luces de las instalaciones en Ponferrada con un divertido espectáculo de circo urbano para contribuir a la concienciación de todos en el ahorro de energía. El Centro de Extensión Universitaria y Divulgación Ambiental de Galicia, las universidades de Vigo, Sevilla, Zaragoza, Salamanca, Castilla-La Mancha, Autónoma de Madrid y decenas de colegios e institutos repartidos por toda España, entre otros, hermanan la educación y la ciencia con La hora del planeta.

No obstante, el efecto mediático lo proporcionará, un año más, el apagón de numerosos monumentos y otros lugares emblemáticos en todo el mundo, desde la Torre Eiffel de París a la Opera de Sidney, pasando por Times Square en Nueva York. En España se quedarán a oscuras la Alhambra de Granada, el Acueducto de Segovia, el Monasterio de El Escorial, el Castillo de Montjüic o la catedral de Santiago. A la par, se celebrarán decenas de actividades en lugares céntricos de las ciudades más importantes, con una cita significativa en el entorno del Palacio de Oriente, en Madrid, donde quinientas personas compondrán un mosaico gigante con la imagen de un panda. Pero también es importante resaltar que calles, edificios y parques de Don Benito, Adeje (Santa Cruz de Tenerife), Alkiza (Guipúzcoa), Salteras (Sevilla) o San Martín del Rey Aurelio (Asturias), entre otros muchos, también contribuyen al éxito de La hora del planeta.

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