sábado, 7 de enero de 2012

El FBI amplía la definición de violación para incluir las víctimas masculinas

Hasta ahora solo contemplaba "el conocimiento carnal de una mujer a la fuerza y contra su voluntad"


Durante ocho décadas, la definición judicial de violación en Estados Unidos ha sido la misma. El gobierno federal y el FBI sólo han aceptado tradicionalmente una descripción: “el conocimiento carnal de una mujer a la fuerza y contra su voluntad”. Eso ha cambiado este viernes. El Departamento de Justicia ha presentado una nueva definición oficial, más amplia, que incluye a los varones entre las víctimas y que elimina la condición de que las mujeres se hayan tenido que resistir físicamente a sus violadores.

A partir de ahora, de cara a las investigaciones de los agentes del FBI, la policía judicial, la violación se entenderá como “la penetración, por leve que sea, de la vagina o el ano con cualquier parte del cuerpo u objeto, o penetración oral por el órgano sexual de otra persona, sin el consentimiento de la víctima”. El último año del que hay datos, 2010, el FBI registró 84.767 violaciones en EE UU. Esa cifra, con la nueva definición, aumentará de forma considerable a partir de 2012.

“Las violaciones son un crimen que no se podrá resolver hasta que no haya un entendimiento amplio de su alcance”, dijo el vicepresidente norteamericano, Joe Biden, al presentar la modificación. “Este cambio, muy esperado, de la definición de violación es una victoria para las mujeres y los hombres de todo el país cuyo sufrimiento no ha sido reconocido durante los pasados 80 años”. Fue Biden quien inició el cambio de definición el verano pasado, en un consejo de ministros presidido por Barack Obama.

La definición de violación como algo que sólo sufrían las mujeres y que debía ocurrir con resistencia física estuvo vigente desde 1929. Por eso, el FBI no contaba en sus estadísticas las violaciones masculinas o, por ejemplo, aquellos casos en los que la víctima había sido drogada y no había opuesto resistencia física a su agresor. En realidad, y según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades del gobierno federal, una de cada cinco mujeres y uno de cada 71 hombres de EE UU han sido agredidos sexualmente alguna vez en su vida.

“Dado que muchas violaciones se ven facilitadas por las drogas o el alcohol, la nueva definición reconoce que una víctima puede haber sido incapacitada, y, de ese modo, puede no haber aceptado las relaciones porque había ingerido drogas o alcohol. Del mismo modo, una víctima puede no haber dado su consentimiento por su edad”, explica Susan B. Carbon, directora de la Oficina sobre Violencia contra las Mujeres del Departamento de justicia. “La resistencia física no es algo que deba exigírsele a la víctima para demostrar una falta de consentimiento”.

Las estadísticas del FBI son importantes porque sirven también para que el Congreso distribuya fondos en los diversos estados para luchar contra ese crimen. El cambio tardará varios años en implementarse de forma plena, según fuentes del Departamento de Justicia.

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