lunes, 27 de febrero de 2012

Centro Niemeyer


El Niemeyer, nuevos matices ante el 25-M.
El PP y el PSOE defienden un mayor control público en el complejo de la ría avilesina pese a cuestionar la intervención de Álvarez-Cascos



Las inminentes elecciones autonómicas en Asturias vuelven a llenar de incertidumbre el futuro del Centro Niemeyer, hoy oficialmente bautizado Centro Cultural Internacional de Avilés por el gobierno de Francisco Álvarez-Cascos. Los anteriores gestores del complejo confían en que un revés electoral de Foro Asturias devuelva la gestión a la Fundación que originalmente pilotaba el centro cultural de la ría avilesina, pero la sacudida que ha supuesto la batalla política por el complejo y el cambio de equilibrios internos de cara a las autonómicas también ha ajustado las posiciones de los diferentes partidos.

El Partido Popular ha sido, en el último periodo, el más identificado con la fundación que dirige Natalio Grueso, a quien expresó apoyo explícito en numerosas ocasiones. El presidente del PP avilesino, Joaquín Aréstegui, había reclamado la cesión urgente de los edificios diseñados por el arquitecto brasileño a la entidad que los había gestionado hasta la llegada de Foro Asturias al gobierno. Y aseguró que, de ganar el PP las elecciones, Grueso y su equipo volverían a ser los gestores. Sin embargo, esa adhesión adquiere ahora matices tras la designación de Mercedes Fernández como candidata a las presidencia del Principado y la ausencia de Aréstegui en la lista autonómica.

Mercedes Fernández fue uno de los síndicos que más animó internamente en la Sindicatura de Cuentas a indagar las finanzas de la Fundación Niemeyer. De hecho, el órgano auditor autonómico había mostrado discrepancias con la consejera socialista de Cultura Mercedes Álvarez, ya que consideraba que las cuentas del complejo cultural deberían someterse a examen de la Sindicatura. Esa reclamación aún no ha sido resuelta. Por su fuera poco, Fernández incorporó como número tres de su candidatura a Emma Ramos Carvajal, que como interventora de la Administración de Cascos firmó el informe que detectaba irregularidades en la justificación de las subvenciones recibidas por el Niemeyer.

Aunque la candidata popular no ha definido públicamente su opinión sobre el centro cultural, en medios próximos a Mercedes Fernández se recalca una máxima similar a la que hasta ahora ha empleado el presidente autonómico Francisco Álvarez Cascos: «Donde hay dinero público debe haber control público».

También en el PSOE hay matices. La dirección regional de la FSA siempre mantuvo recelos al modelo de gestión que consentía el entonces presidente socialista Álvarez Areces para el centro cultural. Antes de las pasadas elecciones autonómicas, los socialistas asturianos reconocían en privado problemas con la gestión personalista de Natalio Grueso y sopesaban, en caso de renovar en el poder, la designación de un gerente del Niemeyer que se ocupase de la parte administrativa, mientras que Grueso se limitase a la dirección cultural.

Con todo, la intervención de Foro Asturias en el complejo de la ría ha mejorado la percepción del proyecto de los dirigentes autonómicos del PSOE, que consideran que la escandalera que ha rodeado al centro cultural es un punto flaco de la gestión autonómica de los casquistas. No obstante, la defensa del proyecto del Niemeyer por parte del PSOE no está exenta de matices internos.

Mientras, la Fundación del Niemeyer permanece en coma a la espera de una reanimación postelectoral. Mantiene activos tres recursos por la vía contencioso- administrativa contra el Gobierno del Principado, aunque se encuentran en suspenso. Necesitan ser ratificados por el patronato de la entidad y el retraso en la reunión de este órgano puede acabar haciéndolos caducar en los juzgados. El escenario que se plantean los gestores es que la Fundación acabará disuelta en caso de que Álvarez-Cascos se mantenga en el gobierno, pero que recuperará la gestión si son PSOE o PP quienes gobiernan, con lo que no tendrían ya sentido las reclamaciones judiciales. Los ex gestores del complejo sopesan además abandonar el proyecto, sea cual sea el resultado, a finales de año.

La Fundación afronta este paréntesis acosada por las deudas a proveedores que rondan los 900.000 euros y para las que no tiene fondos. Según los ex gestores del equipamiento, Hacienda debe a la Fundación unos 500.000 euros en concepto de IVA, pero este pago no puede ser adelantado. También la previsible aportación de 300.000 euros procedente del Ayuntamiento de Avilés se encuentra congelada hasta la aprobación del presupuesto municipal para 2012.

Asimismo, está pendiente de respuesta por parte del Gobierno del Principado el expediente de regulación de empleo que los ex gestores tramitaron para ellos mismos. La dirección general de Trabajo ha reclamado documentación al respecto, aunque no ha resuelto aún. Por otro lado, el inicio del trámite para adjudicar los servicios de cafetería y restaurante del Niemeyer por parte del Principado, con un plazo para presentar ofertas que concluye antes de las elecciones, pone más trabas a una hipotética vuelta del centro cultural al modelo de gestión anterior.

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