La multiplicación de páginas web y aplicaciones móviles sanitarias facilita a los pacientes el acceso a información. La fiabilidad es todavía una asignatura pendiente
Un simple temblor de manos se convierte en Párkinson, un dolor de cabeza en un tumor y el malestar estomacal en una úlcera. Las consultas online sobre enfermedades y síntomas son cada vez más comunes, pero las respuestas no siempre son correctas. Buscar un diagnóstico en la Red puede ser una práctica un tanto arriesgada dado que puede llevar a grandes equívocos. Internet no es un médico, no lo sabe todo y mucho menos puede tratarle de una enfermedad.
La encuesta Los ciudadanos ante la e-salud, publicada en julio de 2012 por el Observatorio Nacional de Telecomunicaciones, confirma que un 29,7% de los pacientes consulta Internet antes de acudir al médico y un 54,6% lo hace al salir de la consulta.
Sin duda, las nuevas tecnologías de la información facilitan el acceso a datos médicos. Los profesionales pueden compartir de manera rápida y con gran difusión sus conocimientos, entre ellos y con sus pacientes. La utilidad de nuevas herramientas online y móviles para la promoción de salud es ya una realidad que, sin embargo, no está exenta de riesgos. La fiabilidad de la información es una cuestión que todavía está por resolver y que preocupa crecientemente a la comunidad médica y la ciudadanía.
Una de las soluciones más plausibles es la creación de sellos o distintivos que certifiquen la credibilidad y calidad de los contenidos médicos de una página web o una aplicación, supervisados por la administración y los propios profesionales. Roberto Nuño, director del Instituto Vasco de Innovación en Salud y organizador del curso Salud 2.0 el próximo julio en Bilbao, encuentra una objeción a este sistema: la actualización. “Una web con un distintivo puede mantenerlo aunque con la actualización de contenidos deje de cumplir los requisitos iniciales”, alerta.
Pese a las limitaciones, en España ya hay en marcha varios proyectos para certificar la calidad de la información sanitaria en la Red. La Agencia de Calidad Sanitaria de la Junta de Andalucía tiene desde hace cuatro años su propio sello, Páginas Web Sanitarias, que garantiza que el sitio online cumple con unos requisitos básicos de fiabilidad.
También el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona ha impulsado una iniciativa en este sentido: la
Web Médica Acreditada (WMA). En su web se pueden consultar los sitios online con información sanitaria fiable que este organismo ha certificado con su sello de calidad.Cualquier página acreditada por WMA cumple unos requisitos básicos: identifica a los responsables sanitarios del sitio (nombre, especialidad y actividad profesional habitual), tienen una estructura comprensible y de fácil uso, indica la fecha de actualización de la página, así como la autoría de los textos y las fuentes que se han consultado. Si existe la posibilidad de hacer consultas, estas páginas indican que las respuestas nunca sustituyen a la consulta médica personalizada. Además, avisan del tratamiento que se hará de los datos que se obtengan del usuario, asegurando la confidencialidad de los mismos.
La información poco fiable no es la única preocupación de médicos y usuarios. Las tecnologías móviles han abierto la puerta a la creación de aplicaciones que se pueden instalar en teléfono para diagnosticar, controlar y tratar enfermedades. Dan algo más que información, sino un servicio. Un ejemplo es el dosímetro, que indica al paciente la dosis que debe tomar de un determinado medicamento. En estos casos, la recomendación del director del Instituto Vasco de Innovación para la Salud a los pacientes, es clara: “mejor si la receta un médico”.
Nos acercamos a ese día en que los doctores prescriban medicamentos y aplicaciones móviles, asegurando a quienes las usen que son las indicadas. De momento, ante el boom de app relacionadas con la salud y la falta de regulación al respecto, que impide distinguir las fraudulentas de las útiles, la responsabilidad del paciente es clave. “Es mejor no usarlas si no se tiene la certeza de su fiabilidad. Del mismo modo que recomendamos no automedicarse”,subraya Nuño. “Si una aplicación sustituye un dispositivo médico como un glucómetro o un electrocardiograma, el App tiene que cumplir la misma normativa que el aparato al que sustituye”, añade.
La Agencia de Calidad para la Salud de Andalucía ha dado un paso adelante para que tanto ciudadanos como facultativos sepan qué aplicaciones son seguras. Esta institución ha elaborado una serie de
recomendaciones que pretenden fomentar el buen uso y desarrollo de las aplicaciones móviles de salud. Estas directrices están dirigidas a todos los colectivos: desarrolladores, profesionales sanitarios y ciudadanía.
Javier Ferrero, responsable de sistemas y tecnología de la Agencia, apunta la necesidad de que un distintivo que distinga las aplicaciones útiles de las que no lo son. En su opinión, aquellas que ofrecen diagnósticos a partir de unos síntomas son las que más riesgos entrañan. “En España no se usan mucho porque hay acceso gratuito al sistema sanitario público, pero en otros países no es así y la gente busca un diagnóstico sin costes”, apunta Ferrero.
Las preferidas por los usuarios son las herramientas móviles sobre comida saludable, ejercicio físico, contadores de calorías, nutrición y estilo de vida, en ese orden.
Busque su App de salud
Desde Calidadappsalud, el equipo de Ferrero ha desarrollado algunas aplicaciones que pueden ser de gran ayuda antes de acudir al médico o no olvidarse de tomar la medicación.
Escuela de Pacientes es un espacio que ofrece recursos para que los pacientes preparen su visita al médico con antelación. ¿Qué preguntas se deben hacer al doctor? Esta aplicacion dice cuáles.
Los enfermos crónicos que toman medicación a diario encontrarán muy útil Recuérdame. La tecnología le ayuda a no olvidarse de tomar sus pastillas.
Los premios Ideas Sanitas, que celebraron su primera edición en enero de 2013, premiaron diferentes aplicaciones de salud para teléfonos móviles.
Una de las ganadoras fue Dermomap, que sirve para diagnosticar problemas en la piel. Cuenta con una guía visual e interactiva que permite buscar enfermedades, indicar si el paciente sufre alguna de ellas según sus síntomas y evaluar los conocimientos adquiridos con un test. Según sus creadores, los dermatólogos Sergio Vañó, Pedro Jaén y Manuel Fernández, está dirigiad a profesionales y pacientes, aunque advierten que luego es necesario el diagnóstico visual de un médico.
La otra aplicación galardonada fue iDoctus, una plataforma web y móvil de servicios para los médicos. A través de esta herramienta pueden consultar dudas, comprobar interacciones de medicamentos y colaborar con otros profesionales. Para su uso es necesario disponer de un número de colegiado médico.
Quienes paceden diabetes también tienen su aplicación. En la versión online o móvil de
SocialDiabetes disponen de diferentes recursos para tratar su dolencia. "Permite a tu médico controlar tu diabetes remotamente gracias a sus estadísticas, análisis evolutivo, sistema de alertas y mensajes entre la web y tu dispositivo móvil. Hay más ventajas, ahorro de tiempo, ahorro de dinero, evitamos todas las incomodidades e interrupciones que la diabetes puede introducir en tu vida diaria. debe ser utilizado con responsabilidad, se puede considerar un dispositivo médico debido a que hace recomendaciones sobre la administración de dosis de insulina, que adapta de forma dinámica, en función de los parámetros que introduces y tus necesidades personales. Úsalo siempre bajo la supervisión de tu médico", explica su página web.