viernes, 18 de noviembre de 2011
Gritos solidarios contra el dolor ajeno
Médicos Sin Fronteras lanza una campaña para expresar la rabia por el sufrimiento de quienes no tienen acceso a los tratamientos para sus enfermedades olvidadas
Cada día mueren 8.000 personas como consecuencia de males que en la mayoría de los casos tienen solución, enfermedades olvidadas que sufren millones de personas como la de kala azar, de Chagas, la enfermedad del sueño, la tuberculosis, la malaria o el sida infantil, y que suelen anidar en los países pobres. Precisamente, para todo aquel que sufra con este dolor ajeno y quiera expresar su rabia por que millones de personas en el mundo no tienen acceso a diagnósticos y tratamientos para estos males ignorados que en realidad existen, la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha lanzado una nueva campaña.
Los protagonistas de ¡Grita de dolor ajeno! son los actores Luis Tosar y Javier Bardem. "Gritar es una cosa muy bestia y elegimos a dos personas que tienen esa fuerza. Además, son gente que se implica y gozan de gran notoriedad", señala Jorge Martínez, diseñador de la campaña, que es complemento de la anterior, Pastillas contra el dolor ajeno. Unos caramelos que se pueden comprar en las farmacias a un euro para sacar del olvido a seis de las 14 enfermedades que la Organización Mundial de la Salud (OMS) cree ignoradas. Más del 80% de lo que se paga por cada caja de comprimidos va destinado al diagnóstico y tratamiento de esos seis males.
"Ya hemos conseguido concienciar sobre este problema y ahora queremos que la gente lo exprese en www.gritadedolorajeno.org y se exijan cambios", apunta Martínez. Con estos lamentos, los ciudadanos no solo estarán mostrando su malestar, sino que "será también la forma de firmar un manifiesto contra el dolor ajeno que servirá a Médicos Sin Fronteras para dar fuerza y legitimidad a sus demandas ante instituciones, gobiernos y empresas", explica la organización en un comunicado.
La campaña Pastillas contra el dolor ajeno se puso en marcha en noviembre del año pasado y en tres meses se vendieron tres millones de comprimidos. "La sociedad española comenzó a sufrir un repentino e intensísimo brote de dolor ajeno y en muy poco tiempo este dolor se tradujo en diagnóstico y tratamiento para miles de pacientes afectados por el mal de Chagas en Bolivia y por el VIH-sida en Zimbabue", cuenta Aitor Zabalgogeazkoa, director general de Médicos Sin Fronteras. "Los primeros meses fueron un éxito, luego hubo un bajón en verano porque es normal que la gente consuma las pastillas cuando hace frío y ahora esperamos un repunte. Esta vez nos gustaría llegar a los seis millones", confía Martínez.
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