domingo, 20 de noviembre de 2011

Humor y películas contra la crisis


Pepe Colubi arrancó las carcajadas del público en la gala inaugural con un discurso sarcástico en el que se acordó de Urdangarín


Como si se tratase de un remedio: humor y películas contra la crisis. Así echó a rodar el Festival Internacional de Cine de Gijón, en clave de comedia, con la inestimable aportación del presentador Pepe Colubi y sacando al estrado a dos de las figuras homenajeadas, Bertrand Bonello y Marie Losier, en un certamen que este año llega ya a su 49.ª edición. Un hito que dio para mucho durante la gala de la inauguración.

«Cumple 49 años, algo que la duquesa de Alba dijo en el siglo XIX», señaló entre risas Colubi, que también destacó la «buena salud» de la que goza el certamen pese a su antigüedad. «Si el festival fuese una mujer, sería una "Milf"», soltó sin escrúpulos el periodista asturiano, en referencia a las siglas inglesas con las que vulgarmente se designan a las féminas entradas en edad que gozan de un aspecto despampanante.

Pero antes de que Colubi abordase al respetable, que casi llenó el coliseo de la Laboral, con su retahíla de recursos humorísticos, hubo tiempo para entrar en calor a base de palmas al ritmo de música sureña. Se levantó el telón inicial de la gala para que apareciesen seis tipos que bien podrían provenir de Arizona, muchos de ellos escondidos tras greñas y frondosas barbas y enfundados con vaqueros ajustados y camisas por dentro exhibiendo cinturón.

Se trataba de «Corizonas», una fusión de dos bandas españolas: «Arizona Baby», de Valladolid, y «Los Coronas», de Madrid. Arrancaron palmas del público ya en el primer tema de los tres que tocaron, todos a golpe de guitarra acústica y cajón. Terminaron su actuación en lo alto, con la canción más marchosa de las que interpretaron.

Ya con el público metido en faena saltó al estrado Pepe Colubi, presentado como un «ilustre ignorante» por una voz en off, ataviado con americana pero tan desenfadado e informal como su discurso. Y empezó su particular descarga, como si hiciese honor de las fiestas de su Cangas del Narcea natal. No dejó títere con cabeza, siempre con la crisis de trasfondo. «La cosa está malilla y que yo vuelva a presentar esta gala es muestra de ello», señaló Colubi al inicio de su discurso, en el que la tomó con Pedro Piqueras y el tamaño de su cabeza. «El otro día fue a hacerse un implante de pelo, pero ellos lo llaman reforestación», espetó.

Y retomó el tema de la recesión económica, esta vez con Iñaki Urdangarín entre ceja y ceja. «En un año de crisis todo son desgracias para los Undangarín», proclamó provocando el desborde del jolgorio en el teatro. Y se arrancó perdiendo el respeto, siempre en clave de humor, a la Corona. «El otro día Iñaki reunió a toda su familia, o sea, "Los Soprano", y les dijo: "Igual voy a la cárcel"», continuó con la complicidad del respetable, que le animó a seguir. Él correspondió: «Tras decir eso Iñaki se formó un silencio. La Reina lo rompió y le dijo: "Por lo menos al chándal ya estás acostumbrado"», contó Colubi. Y las risas aumentaron de volumen mientras el periodista asturiano también se acordaba del Rey. «El pobre está todo el día trabajando para que luego le salga esto: un yerno preso y el otro fiestero», ironizó.

Y el tema de la crisis también le derivó a Eduard Punset y su faceta de actor en un anuncio de pan de molde. «Hay gente sabia, con oportunismo, que sabe cómo gestionar una crisis. Es el caso de Eduard Punset, que le invitan a comer y se lleva pan de molde», proclamó Colubi, que también dijo del divulgador científico que «por la noche cuando llega a casa en realidad tiene la voz de Carmen de Mairena».

Finalizó su speech volviendo al tema Undangarín. «Me la he jugado hoy porque fuera está su gente, que son "Latin Kings"», señaló justo antes de presentar al primero de los homenajeados tras presenciar un breve tráiler de presentación del festival.

Saltó entonces al estrado Bertrand Bonello, director francés galardonado en Cannes. «Uno de los autores más libres», destacó Colubi en su presentación. El cineasta galo salió al escenario con andar ligero. «Estoy triste por no poder expresarme en español, pero aunque pudiese, después de Pepe iba a ser difícil», comenzó diciendo Bonello, que realizó su breve discurso en su lengua materna tras visualizar un tráiler de su película «L'Apollonide», que compite en el certamen en la sección oficial. «Es muy curioso ver estas imágenes que me habéis puesto porque a uno le dan ganas de volver a ver lo que ha hecho con otra perspectiva. Buenas noches y buen festival», concluyó el cineasta francés.

El segundo homenajeado, el director austriaco Michael Glawogger, no pudo asistir a la gala; así que se dio paso a la tercera, la francesa Marie Losier. «Ha trabajado con las figuras más importantes de la escena "underground " neoyorquina», señaló Colubi. Losier, que no destaca por su estatura, protagonizó un momento gracioso, cuando el periodista asturiano le bajó los micros del atril para que pudiese hablar de forma chistosa. Ella continuó con la broma en su breve discurso. «No puedo ver nada desde aquí pero quiero decir que es un honor para mí tener una retrospectiva en este festival», proclamó.

Para finalizar la gala se presentó a los miembros del jurado internacional que dará su veredicto en el certamen oficial: Mira Staleva, que fue directora del Festival de Cine de Sofía; Eduardo Chapero-Jackson, joven director español; Lola Mayo, guionista habitual de Javier Rebollo, y Fernando Lara, ex director de la Semana Internacional de Valladolid y crítico de cine. «Ninguna película va a quedar sin ser analizada a fondo», señaló este último, que también se acordó de otro miembro del jurado que no estuvo presente en la gala al encontrarse en pleno viaje, el cineasta chileno Alberto Fuguet. Se cerró así una gala, tras dar paso a la proyección de «Take Shelter», que pretendió olvidarse de la crisis a base de risas y, cómo no, de cine.

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