lunes, 31 de octubre de 2011

Halloween no es estadounidense




La fuerza expansiva de la cultura estadounidense ha hecho que Halloween se haya popularizado en otros países, como en el nuestro. En España cada año tiene más seguidores, pero pocos son los que saben el verdadero origen de esta terrorífica costumbre.

Al contrario de lo que se pueda creer, el orígen de Halloween no tiene lugar en Estados Unidos, sino que fue nuestro continente el que exportó esta costumbre. Los celtas son los culpables de esta fiesta cada vez más extendida que los emigrantes europeos llevaron al otro lado del océano en el siglo XIX, sobre 1845.

Esta historia se remonta a más de 2.500 años. Era habitual que al llegar el día 31 de octubre de nuestro calendario, los celtas llevaran a su ganado de los prados a los establos para sobrevivir al invierno. En su calendario, este día coincidía con el último del año, momento en el que se suponía que los espíritus tenían permiso para salir de los cementerios e intentar resucitar apoderándose de los cuerpos de los vivos.
Decorados y disfraces para ahuyentar a los espíritus

Los poblados celtas debían impedir que éstos se acercasen a sus hogares y, para ello, pensaron en ensuciar sus casas y 'decorarlas' con huesos y demás elementos desagradables. Así, pensaban, los muertos pasarían de largo y no les harían daño.

Pero los celtas no se conformaban con 'disfrazar' sus casas, esa noche también solían vestirse con pieles de animales y así no ser descubiertos por los espíritus. Aquí nace la tradición de decorar las casas con motivos siniestros y de los disfraces.

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